El tráfico en la ciudad empieza a coger ritmo y, en el caso de los vehículos privados, los números son muy similares a los de antes de la pandemia. El miedo al contagio lleva a los usuarios a desplazarse en coche particular, que se ha recuperado al 80% durante la desescalada, mientras que el autobús urbano se ve más lastrado y se queda solo a la mitad. En el medio, los taxis, que afrontan una recuperación "muy lenta", según el presidente de la Federación de Autónomos del Taxi de Galicia, Manuel Sánchez Quindimil, que señala que la demanda está al 70%.

Con la vuelta al trabajo de muchos coruñeses tras el confinamiento, el Concello mostró su preocupación sobre la posibilidad de que optasen por el vehículo privado en lugar del transporte público. Ahora los datos lo confirman. El viernes 5 de junio -último dato facilitado por el Gobierno local-, un total de 46.457 coches pasaron por Alfonso Molina, tanto en sentido entrada como salida. Antes de la pandemia, el lunes 9 de marzo, la cifra era de 58.382 vehículos. La recuperación es del 80%, aunque la cifra probablemente se haya incrementado en la nueva normalidad, en la que ya no hay limitaciones en la circulación. En plena cuarentena, apenas 3.148 circulaban por la ciudad.

Epidemiólogos advirtieron de esta situación, conscientes de que la desconfianza por el Covid-19 llevaría a los usuarios a elegir el coche antes que el bus. Esto tiene un impacto negativo en términos de salud pública, pues aumenta la contaminación. Además, la alcaldesa, Inés Rey, insistió en que el autobús urbano garantiza la seguridad del viajero. "En el transporte público hemos implantado todas las medidas necesarias y el material de protección es de uso obligatorio. Es un medio seguro", defendió hace unas semanas. Espera también que con el "buen tiempo", la gente también opte por ir "andando o en bicicleta" a su puesto de trabajo. De momento, según datos de la Compañía de Tranvías, los viajes en bus se han recuperado solo un 50% con respecto a números de antes del coronavirus.

Con la libre circulación entre provincias que se permitió el pasado 21 de junio con el fin del estado de alarma, la Dirección General de Tráfico pidió la colaboración "de empresas, administraciones y ciudadanos para organizarse e implementar medidas que ayuden a rebajar la hora punta en los transportes para poder cumplir con la distancia social sanitaria, y evitar que se produzca un trasvase de usuarios del transporte público al vehículo privado".

La doctora en Ingeniería de Caminos, Canales y Puentes Margarita Novales, profesora en la Escuela Superior de Ingenieros de la Universidade de A Coruña, detalló a este diario el pasado mayo que "el riesgo cero no existe, pero ir en transporte público es tan seguro como ir a tomar una caña". "El mensaje que se está enviando es que el medio de transporte seguro es el coche. Pero si lo potenciamos, estamos dando un paso atrás hacia la movilidad sostenible", lamentó.

Los taxistas también intenta hacer frente a esta crisis derivada del Covid-19. "Las caídas fueron muy grandes y la recuperación es lenta, pero poco a poco", analiza Quindimil, que asegura que los números "están muy lejos de ser los de antes".

Recuerda el presidente de la Federación de Autónomos del Taxi de Galicia que "en verano siempre se baja un poco más porque no hay colegios", pero lo que echan de menos es el movimiento que genera el ocio nocturno. "Eso nos daba mucho auge y ahora no lo tenemos. La gente empieza a salir de noche, pero todavía hay mucha precaución y se nota", concluye.