Una alcaldesa con caperuza roja, un lobo feroz convertido en alcaldable, un bosque muy pero que muy animado... y una lata de Patatas Bonilla a la Vista. El bosque del último libro de Miguel López -El Hematocrítico-, un relato titulado Excelentísima Caperucita que ha sido editado por Anaya y publicado el pasado 25 de junio, es el escenario del último cameo de las Patatas Bonilla a la Vista, que el pasado 2019 se colaron en la oscarizada Parásitos, y este 2020 han decidido convertirse en dibujo, de la mano de la ilustradora Mar Villar.

El autor coruñés comparte con las oscarizadas patatas algo más que su origen gallego: el trabajo de ambos es especialmente apreciado en Corea, donde las Patatas Bonilla a la Vista son toda una sensación desde 2017, y donde la colección de libros infantiles de Miguel López es todo un fenómeno social, con adaptaciones teatrales incluidas. Esta curiosa coincidencia fue la que impulsó al autor a incorporar el icónico envase de patatas de la firma coruñesa en esta nueva aventura de sus personajes.

El libro, que en menos de un mes ha alcanzado ya un índice de ventas altísimo, es la cuarta entrega de la colección infantil que El Hematocrítico publica con Anaya, reinventando los personajes clásicos de la literatura para niños e introduciéndolos en nuevas aventuras.

BONILLA A LA VISTA EN EL MUNDO

Bonilla a la Vista, compañía nacida en Ferrol en el año 1932 a las órdenes de Salvador Bonilla, padre del actual responsable, César Bonilla, lleva casi 90 años dedicada a la producción de churros con chocolate -cuenta con 6 locales propios en A Coruña- y patatas fritas, su producto estrella, que ha logrado posicionarse como líder en el mercado.

En la actualidad las patatas fritas Bonilla a la Vista, elaboradas con patata de primera calidad, aceite de oliva y sal, pueden encontrarse en más de 20 países, incluyendo el Bélgica, Suiza, Reino Unido, Francia, Italia, EEUU, Panamá, Corea del Sur -uno de los mayores clientes de la marca- o incluso Australia, último país en incorporarse a la distribución directa, el pasado 2019, donde la primera remesa de patatas se agotó en apenas unas horas, y cuenta además con venta online al por menor.