Los resultados de las elecciones autonómicas dejan resaca en María Pita aunque los partidos que conforman la Corporación remarcan que no habrá cambios importantes y que los sufragios autonómicos no son extrapolables a unas municipales. A pesar de que el PSOE admite no haber conseguido su objetivo en las urnas el pasado domingo, que era, en palabras de la alcaldesa, Inés Rey, "liderar el cambio en Galicia", de que el BNG haya sumado apoyos y se haya convertido en la primera fuerza de la oposición y de que Marea Atlántica -dentro de la desplomada Galicia en Común- no haya conseguido, ni siquiera, entrar en el Parlamento, la aritmética coruñesa se mantiene, pero con la resaca de las autonómicas en las que el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, logró su cuarta mayoría absoluta.

El PSOE esperará a que el candidato socialista, Gonzalo Caballero, convoque una reunión a nivel gallego para, después, tomar el relevo la Ejecutiva coruñesa. Será, según explicó ayer a este diario la secretaria general del PSOE coruñés, Eva Martínez Acón, un encuentro para analizar y ver qué se hizo bien y qué mal, pero no para introducir cambios en la Ejecutiva local del partido. También Marea Atlántica convocará una asamblea para analizar unos resultados dentro de Galicia en Común que, según la portavoz de la formación, María García, son "malos sin paliativos", tras pasar de ser la primera fuerza de la oposición a quedar sin representación en el Parlamento.

El PP, vencedor en los comicios, tuvo ayer esta cumbre gallega en Santiago. El concejal y diputado autonómico Martín Fernández Prado argumentó que los resultados son "fruto de cuatro años de trabajo". Su objetivo a nivel local es "seguir trabajando para serles útiles a los ciudadanos". "No es momento de pensar en elecciones para las que aún falta mucho tiempo; es el momento de demostrar que el PP está siempre dispuesto a poner por delante lo mejor para la ciudad y para los coruñeses", añadió sobre una hipotética interpretación del resultado electoral en clave municipal.

La alcaldesa, Inés Rey, asumió que los socialistas no han alcanzado la meta que se marcaban en el 12-J. "Es evidente que no son los resultados esperados ni a los que aspirábamos. La valoración no puede ser positiva, el PSOE es un partido de gobierno y llamado a liderar la izquierda y a ser la alternativa del Gobierno y no hemos conseguido el resultado que nos habíamos marcado", declaró.

En este caso, con la cuarta mayoría absoluta del candidato del PP en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, el PSOE no ha conseguido su objetivo, que era "liderar el cambio en Galicia" y desterrar "las políticas de la derecha y de recortes" del PP. "Es el momento de que el PSdeG reflexione y que pensemos cuál es el proyecto de país que tenemos", añadió Rey.

"Las claves para analizar las autonómicas no pueden ser las locales ni las estatales. No son asimilables", matizó también y cargó contra las candidaturas de confluencia, ahora fuera del Parlamento. "El tiempo de otro tipo de formaciones, de experimentos, no parece que tengan ya cabida", dijo en referencia al batacazo de Galicia en Común. "Lo que vaya a pasar con las mareas municipalistas no me corresponde a mí decirlo", concluyó.

La portavoz municipal de Marea Atlántica habla de "oportunidad perdida", por no haber podido contribuir con sus votos a que se conformase "una alternativa de izquierdas" que derrocase a Feijóo y para poder llevar políticas de cambio también a la ciudad desde el Parlamento.

Sobre una eventual entrada de Marea en el Gobierno para asegurar que los presupuestos salgan adelante, Acón, también concejala de Empleo, aseguró ayer que esa posibilidad no está encima de la mesa, al menos, por ahora. "Lo que está encima de la mesa es que se cumplan los acuerdos, tanto los de investidura como los de los presupuestos", contestó García a esa pregunta.

"La posición de Marea Atlántica sigue siendo clave a la hora de aprobar políticas progresistas", relató la portavoz de Marea, que se centra más en ese cumplimiento de lo pactado que en un Gobierno de coalición. De modo que "la mano sigue tendida" para la aprobación de los presupuestos, aunque la formación "parte de la premisa de que se tienen que cumplir los acuerdos".

El BNG, que pasó de uno a dos concejales en las anteriores municipales, se ha convertido ahora en la primera partido de la oposición a Feijóo, pero su portavoz municipal, Francisco Jorquera, asume que esa fuerza aún no está trasladada al salón de plenos de María Pita. "Los números no dan y somos conscientes del lugar en el que nos colocaron los votantes, que es en la oposición", comentó, que visto el ascenso de su partido en las autonómicas considera que, actualmente, la fuerza que tiene el BNG en la calle no está representada en número de escaños en el Pleno de A Coruña. Su objetivo, ahora, es "seguir trabajando" para mantener y mejorar esos resultados para que, dentro de tres años, cuando se repita la cita con las urnas, esos apoyos se conviertan en concejales. "Aunque tres años en política es una eternidad", comentó también Jorquera.

Para Fernández Prado, la posición de su partido en el Pleno "dependerá del equipo de Gobierno" y de cómo quiera relacionarse con ellos. "Vamos a, seguir trabajando por los coruñeses, para nosotros, no varía nada", dijo ayer. Sobre un eventual apoyo a los presupuestos, Fernández Prado lo tiene claro, no es imposible si cuentan con ellos en la negociación. "El año pasado nos excluyeron a propósito y nos los dieron el día antes, veremos qué hacen este", comentó.

Tras la aprobación por unanimidad del plan de rescate para paliar las consecuencias del coronavirus en la ciudad, la Corporación entrará en breve en el proceso de negociación de los presupuestos, en el que, si se cumplen los acuerdos de inicio de legislatura con el PSOE, Marea y BNG tendrán un papel decisivo. Inés Rey sacó adelante su primer presupuesto con estas dos fuerzas, además de con la entonces edil de Ciudadanos, ahora en el grupo mixto.

Martínez Acón, apuesta por esta vía y no ve factible un acuerdo con los populares si, señala, se quieren desarrollar políticas sociales con las que los populares no suelen estar de acuerdo. "Aprobar un presupuesto con el apoyo de toda la Corporación sería un exitazo, pero las ideologías tienen mucho que ver, igual quieres aprobar unas políticas sociales en las que las otras fuerzas no están de acuerdo", explicó ayer Acón, que aseguró que "el objetivo del Gobierno es aprobar los presupuestos con el mayor respaldo posible". Eso pasa por conseguir el sí de Marea, que asegura que su manera de trabajar no cambiará y que seguirá siendo "propositiva". Eso sí, tiene, según explicó ayer la portavoz de la formación, María García, los acuerdos firmados para el inicio del mandato y para los presupuestos en el horizonte. "El 75% de las propuestas todavía no se han cumplido", denunció ayer García.

La concejal del Grupo Mixto, Mónica Martínez, que accedió al salón de plenos con las siglas de Ciudadanos, pero que ya ha abandonado el partido, criticó la campaña de la que fue su formación al acusarla de no tener "proyecto para Galicia". Su postura será en clave local, ya que su voto ya no depende de directrices externas a María Pita.