El Concello, a través de la Empresa Municipal de Vivienda, Servicios y Actividades (Emvsa), incorpora cinco viviendas a su banco de pisos de alquiler social para personas sin recursos. A la convocatoria, que se abrió en febrero, se presentaron siete pisos, pero dos han sido rechazados. La selección de los pisos se hace en función de las necesidades detectadas y del presupuesto existente. De momento, la convocatoria continúa abierta para seguir ampliando la oferta. Los inmuebles deben estar en buen estado de conservación y no tener ningún tipo de carga o gravamen. Además, la cesión será, como mínimo, de un año.

El pasado 5 de febrero, el consejo de administración de Emvsa sometió a aprobación las bases de una convocatoria pública para incorporar pisos al banco de viviendas de alquiler social. La iniciativa, dedicada a los habitantes de asentamientos precarios en la ciudad y, específicamente, al realojo de las unidades de convivencia situadas en A Pasaxe, se amplió a otros municipios limítrofes para contar con más opciones. Los propietarios que cedan sus viviendas recibirán un máximo de 660 euros al mes.

Al cierre de la actual convocatoria, Emvsa contaba siete peticiones de propietarios que querían ceder sus viviendas para alquiler social. Dos no cumplían los requisitos exigidos por el Concello, por lo que no se sumarán al banco de pisos, que ahora cuenta con cinco inmuebles.

La creación de este banco de vivienda de alquiler social ya se había iniciado en 2019, con Xulio Ferreiro todavía como alcalde, aunque nunca se llegó a abrir la convocatoria. El proyecto se gestó después de que se procediese a la anulación de la adquisición de seis pisos que el Gobierno de Marea había comprado porque el proceso presentaba irregularidades.

Ahora, Emvsa se compromete al pago de las rentas, la reparación de daños causados por los inquilinos en los pisos y a depositar la fianza en el Instituto Galego de Vivenda e Solo. La renta que cada familia deberá asumir no podrá exceder el 20% de sus recursos económicos.