Cada vez que a Emma Rodríguez Maseda le dan la enhorabuena por revalidar su cargo como decana de la Facultad de Enfermería y Podología (campus de Ferrol), le asoma una sonrisa. "No sé si me están felicitando o diciendo: 'Gracias por quitarnos el marrón de delante", bromea la profesional, que tomó posesión del cargo esta semana. La responsable valora de forma positiva la respuesta de la Universidade da Coruña (UDC) a la pandemia, de la que saca como lectura una mayor incorporación de la tecnología entre el profesorado. El próximo curso, apuesta por un sistema híbrido con exámenes presenciales, y pide a la Xunta que permita las prácticas clínicas de los alumnos.

En la toma de posesión pidió que los retos de los próximos cuatro años fueran menos duros que estos últimos cuatro meses.

Sí. Los últimos cuatro meses fueron muy duros, porque en tiempo récord tuvimos que acercarnos a metodologías que para algunos profesores estaban muy alejadas de su día a día y con unos alumnos que presionaban muchísimo. Intentamos que la brecha generacional se notara poco, pero algo se notaba.

¿Cómo valora en global la respuesta de la UDC a la crisis?

Mi valoración es absolutamente positiva. El equipo rectoral trabajó incontables horas, lo mismo que la unidad de informática, que nos dio un servicio increíble. No tenemos ninguna queja más allá que las que teníamos con la Consellería, porque a veces teníamos que cambiar una instrucción con 24 horas de diferencia, y eso da rabia.

¿Echaron de menos un protocolo más firme?

(Piensa) Sí, pero entendíamos que sobre la marcha estaban aprendiendo y tomando decisiones. Si te dan unas directrices únicas y fijas te hacen más sencillo el trabajo, pero también cada uno tenemos nuestra parte de responsabilidad.

Con el virus, su facultad y la de Medicina adquirieron un valor vital. ¿Notaban la presión añadida?

Tuvimos muchos sentimientos encontrados. Hubo un momento al principio en el que nuestros estudiantes se retiran de las prácticas y había profesores que pensaban que era lo mejor y otros que pensaban que debían seguir. Apartarlos era privarlos de la posibilidad de aprender de esto, pero a la vez entendía que supusieran una carga para el sistema, puesto que a un alumno hay que supervisarlo.

¿Espera que influya la posibilidad de los rebrotes en el horizonte en el número de estudiantes que se decida por su facultad?

Yo creo que sí. Cuando uno tiene en mente una profesión sanitaria y los medios hablan continuamente de sus profesionales... Es verdad que muchas veces utilizando eso de héroes, que tampoco es la realidad. No hubo héroes, solo grandes profesionales haciendo su trabajo. Pero creo que influye en positivo.

¿Qué docencia les plantean?

Hemos decidido seguir las recomendaciones del servicio de prevención de riesgos de la UDC. En nuestra facultad no hay capacidad para dar docencia a la promoción completa, así que asumiremos un sistema híbrido. En los momentos en los que los alumnos deberían estar juntos lo vamos a hacer de forma virtual. Después, las clases interactivas con grupos medianos o las prácticas sí las vamos a hacer presenciales. Lo que vamos a intentar es hacer muchos grupos estanco, porque como un alumno caiga enfermo eso nos va a paralizar.

¿Apostarán por las prácticas, entonces?

Nuestro objetivo es conseguir que la Consellería permita las prácticas clínicas independientemente de las circunstancias. Creemos que los alumnos deben de hacerlas. Van a tratar de tener bastante seguimiento de los grupos para que haya la menor mezcla posible.

Suena a una mayor carga de trabajo para los docentes, una queja que se profesó desde el sector con la pandemia.

Aunque fue una novedad para casi todos, hay profesores que están muy satisfechos de la experiencia y que han comentado que están dispuestos a utilizar más las nuevas tecnologías. A otros les ha costado más, pero hemos avanzado mucho en la realización de exámenes virtuales, aunque para el curso que viene serán presenciales. Esto ha ayudado a que muchos profesores vean las ventajas de las nuevas tecnologías.

Al margen del Covid, ¿qué plantea para su mandato en la facultad?

El Covid vino a truncar muchos objetivos que tenía este equipo, que estaba muy interesado en revisar el reglamento de régimen interno para actualizarlo. Hace dos años se modificó el plan de estudios de Podología y en los próximos cuatro años completaremos su implantación. Para nosotros siempre fueron importantes los centros sociosanitarios y apostamos por intentar ampliar el número de plazas de nuestros alumnos en ellos.

Hace unos días se confirmaba la prórroga de los presupuestos de la UDC, ¿cree que limitará las actuaciones necesarias?

Los presupuestos a nosotros nos afectan más en el día a día. Tenemos una clínica universitaria de podología dependiente de la facultad y suele ser económicamente el ámbito que más nos preocupa, porque la previsión nunca es exacta. Tengo que decir que desde la universidad siempre nos han ayudado, pero está claro que se va a vivir un momento de recesión y que nos veremos afectados. Pero creo que si somos responsables conseguiremos afrontar los retos del próximo curso.