Uno de los coches abandonados en la bajada a la playa de Oza ha aparecido volcado sobre su techo y ocupando dos plazas de parking, un hecho que algunos tuiteros tildaron con humor de "insolidaridad". Se trata del mismo que aparcó durante el confinamiento frente a la sede de los astilleros Valiña, y al que le robaron el parabrisas y las ruedas. Su dueño puso entonces un cartel anunciando que lo retiraría, pero parece que ha decidido renegar de los restos.