A la Torre de Hércules, el faro romano que ilumina desde la antigüedad las costas coruñesas, lo abraza otro monumento que no está hecho de piedra, sino de vida. Son los pompones blancos que asoman entre sus jardines, las alas rojas de los escarabajos coraceros y los saltos ágiles de los gorriones, que fueron reconocidos el pasado diciembre como patrimonio con la declaración provisional de Espacio Natural de Interés Local (ENIL). El título implica una mayor protección de los ecosistemas terrestres y acuáticos que lo forman, y una gestión de su mantenimiento con criterios "compatibles con la conservación de los valores existentes". Entre ellos se encuentra la siega, que incide directamente en los procesos de cría de las aves y la proliferación de los insectos, y que puede jugar a favor del aumento de especies invasoras en las praderas.

Este año, tendrá lugar la primera bajo el distintivo del ENIL, que ha endurecido el protocolo. Para llevarlo a cabo el Servicio de Medio Ambiente del Concello ha redefinido con un informe su mantenimiento, en el que determina las zonas y las frecuencias de las siegas. Se trata de un paso más en la iniciativa planteada en su momento por Marea Atlántica, que decidió en 2016 posponerlas hasta el final de la primavera para hacer posible la reproducción de los pájaros y anfibios asentados en el entorno. La nueva propuesta de gestión celebra que el corte selectivo y su menor frecuencia durante 2018 y 2019 han "incrementado la biodiversidad de la flora de la zona", y establece que la siega se producirá en la segunda mitad de junio y otra en áreas selectivas en diciembre o enero.

La fecha "se ha pospuesto" este 2020, pero el informe indica que "todo este año" se han seguido el resto de pautas. Entre ellas está que la siega esté "adaptada al ciclo vital" de las especies, y que se realice solo bajo autorización expresa. La hierba se podrá cortar únicamente en las sendas principales, hasta un máximo de 1,5 metros a cada lado, y se prohíbe desbrozar el perímetro de 5 metros alrededor de pozas para no interferir en el desarrollo de anfibios. Los restos del desbroce no podrán echarse en las charcas, y no se tocarán algunas áreas, como la zona de petroglifos de punta Herminia o el arroyo de A Lagoa.

En las praderas se segará una vez al año, antes de las lluvias, y en los humedales a finales de verano, con eliminación de vegetación selectiva en otoño. En la zona del estanque laberinto se seguirá cortando la hierba de forma periódica para permitir su uso por parte de los ciudadanos, así como en el merendero del entorno de los Menhires. La nueva gestión se completará en el futuro con el Plan de Conservación del ENIL, en el que trabaja el Concello para determinar "el uso y actividades que se pueden desarrollar" en el entorno.

Un mundo más variado

El área de interés de la Torre de Hércules abarca desde el margen izquierdo de la playa de As Lapas hasta el margen derecho de la Cala de Durmideiras, pasando por el entorno del faro, punta Herminia y Campo dos Menhires. El informe recoge un aumento de la flora nativa, y el aumento de insectos y aves desde que se implementara el plan.

En comparación con el inventario realizado en 2018 por el Grupo Naturalista Hábitat, la Arctotheca calendula -la mayor especie invasora de la Torre- tiene hoy una presencia "casi vestigial", y se ha visto sustituida por especies propias de la zona que habían desaparecido o quedado relegadas por el vegetal foráneo. El aumento de algunas como la conocida como zanahoria de acantilado han atraído a su vez a insectos como el Rhagonycha tulva o escarabajo coracero, que a su vez supone alimento para las aves.

AI no realizar siegas durante la primavera de 2020, el número de especies y ejemplares de pájaros ha experimentado también un incremento "exponencial", en el que influye el respeto a sus procesos de anidamiento. Para muchos de estos animales su refugio está en la hierba, entre la que se han inventariado más de 40 especies cuya floración "es un gran atractivo para los agentes polinizadores", como la familia de las C ompositae, que goza en el ENIL de ocho especies.