"No me satisface el nivel de limpieza de la ciudad", admite la concejal de Medio Ambiente, Esther Fontán, que aclara que la firma de una parte del convenio que suscribirá el Concello con la Diputación impide de momento la activación de un plan de choque de limpieza previo a la entrada en vigor del nuevo contrato de limpieza viaria. Este retraso es la justificación que ha dado el Gobierno local a la contratación por la vía de urgencia y sin concurso de la empresa Tragsa para aplicar ese plan de choque mediante un convenio con la Diputación con un coste de 623.000 euros. Esta operación fue criticada por la oposición y todos los grupos de la Corporación, salvo el PSOE, apoyaron en un pleno la retirada de la contratación, aunque el Ejecutivo la sacará adelante.

"Con el estado alarma se recobró cierto nivel de limpieza, pero no es el que querría. Me preocupa el interregno entre la anterior empresa concesionaria y la nueva porque sabemos que en agosto habrá actividad y tendremos visitas en la ciudad, por los datos sobre reservas en los hoteles. Así que habrá un lavado de cara previo al nuevo contrato de limpieza", explicó Fontán.

La concejal no limita la suciedad al aspecto que presentan las calles: "Quiero que la gente entienda dos cosas: la ciudad no solo sufre de cierta suciedad, hay también un abandono que se traduce en feísmo que no se resuelve en dos días, con casas abandonadas y una cantidad exagerada de grafitis en Pescadería y Orzán sobre los que el Ayuntamiento no puede intervenir".