Los jóvenes de 30 años de A Coruña cuyas familias tenían rentas altas el año en que nacieron tienen hoy ingresos más elevados que los jóvenes de la misma edad cuyos padres ganaban menos hace tres décadas. Esta apariencia de que la riqueza y la pobreza se heredan, independientemente de las circunstancias que acompañan a cada familia, queda reflejada en el proyecto Atlas de Oportunidades de la Fundación Felipe González, un estudio que viene a constatar que el entorno socioeconómico en el que una persona crece determina de alguna manera las rentas que vaya a obtener en el futuro.

El análisis de los datos utilizados para extraer las equivalencias en la ciudad revela que los jóvenes de 30 años que hoy ganan entre 7.000 y 9.400 euros anuales se criaron con padres que tenían rentas bajas, mientras que los que cobran de 10.000 a 12.000 euros al año proceden de familias con rentas altas.

Los datos del Atlas de Oportunidades correspondientes a A Coruña revelan algunos contrastes llamativos. Cinco mil euros separan la renta anual más alta de la más baja en jóvenes de 30 años. El que más gana, 12.000 euros, proviene de una familia con ingresos altos que vive en el código postal 15003, que corresponde a calles de las zonas de Pescadería, la Marina, los Cantones y Juana de Vega. El que menos, 7.000 euros, de un hogar del 15004 (zonas del Ensanche y Riazor) en el que su familia tenía rentas bajas hace tres décadas.

En este código postal se registran, según el atlas, las diferencias más anchas entre los jóvenes con más y menos ingresos, 4.000 euros, una brecha que es más estrecha, de 1.000 euros en las calles del 15008 (Barrio de las Flores, O Birloque y A Zapateira) y 15009 (A Gaiteira, Eirís y O Castrillón).

El Atlas de Oportunidades o atlas de movilidad social, que presume de ser el primero con tanto detalle que se elabora en España, muestra sus datos a través de mapas por comunidades, municipios y códigos postales, con el seguimiento a 2,7 millones de jóvenes, de los que para cada uno de ellos obtiene su renta actual y la renta del hogar de sus padres en 1998, gracias a la información de la Agencia Estatal de Administración Tributaria.

Las rentas se expresan con centiles o percentiles, de manera que un hijo está en el centil 100 si está entre el 1% de los jóvenes de su edad con mayores rentas en toda España, y en el centil 1 si está entre el 1% con menos ingresos.

Si se toma como referencia la renta individual de un coruñés nacido en 1990 en el seno de una familia de ingresos bajos (se le asigna un percentil 20) que resida en el mismo barrio o zona con código postal en que se crió, el atlas revela que su renta anual media es, en números redondos, de 9.000 euros. Esa renta sube a 10.000 euros en el caso de una persona cuya familia contaba con una renta media (percentil 50) y a 11.000 euros si el hogar disfrutaba de ingresos elevados (percentil 80).

El atlas establece estas correspondencias con la lectura de los datos de la declaración de la renta de más de dos millones de hogares en 1998. A continuación, limpia los 2,7 millones de hogares de 2016, que incluyen identificadores de hogar, rentas individuales y de hogar, estado civil y sexo, además de información geográfica y sobre la declaración de renta. Por último, se unen los datos de 1998 y 2016 a partir del identificador de hogar y se filtran los hijos nacidos entre 1984 y 1990. Para cada hijo se calcula su percentil de renta en 2016, relativa al resto de hijos de esa edad, controlando así los efectos en el ciclo de la vida.

Pero esta metodología está condicionada por ciertas limitaciones que apunta el estudio, como el hecho de que no se tuvieran en cuenta las mudanzas geográficas de familias, los otros 2,7 millones de hijos de esas edades en los años analizados que no se han cubierto, algunos sesgos por edad y renta en las familias más pobres o que se manejase la situación económica de familias de las que no se conoce el código postal. El nivel de formación y estudios de la población analizada es otro de los factores que no se tienen en cuenta.