El proyecto que aprobó el martes la Junta de Gobierno Local para el polígono de As Percebeiraspolígono de As Percebeiras, que tendrá que ser sometido a exposición pública y que requiere la aprobación de la Xunta, es por ahora el último diseñado para este lugar desde que en 2002 se presentara el primero. A continuación se describen las características de cada uno de ellos.

El proyecto inicial. En 2002 los promotores propusieron levantar un rascacielos de 47 plantas y otro de 35 en un polígono de 37.000 metros cuadrados que contaría con otros tres edificios. aunque el plan general de 1998 impedía los edificios de viviendas al borde del mar en la zona del Millennium. Los terrenos eran de una veintena de propietarios, entre ellos la familia De la Iglesia, una parte de la cual poseía la constructora Isoman, y tenía 50.000 de los 78.000 metros cuadrados de edificabilidad. En 2003 el Gobierno local rechazó el proyecto porque exigía revisar la normativa urbanística por una actuación de la que dijo que "no beneficia a la ciudad".

El segundo intento. Aunque en 2004 los promotores aseguraron que en breve presentarían otra propuesta sin rascacielos, hubo que esperar a 2008 para conocerla. Del diseño original se pasó a tres manzanas de viviendas con ocho alturas, lo que llevó al entonces alcalde, Javier Losada, a afirmar: "Me parece que vamos ya por buen camino". Para entonces, el 50% del suelo era ya propiedad de Inmobiliaria Residencial Parque Ronda, mientras que el resto era de Construcciones Coruña Bohemia, Isoman, Demanti, Martínez Orro, Arcolar, Promotora Urbanizadora Gerión y Santiago Sur.

El plan general. El avance de la nueva normativa urbanística que presentó Joan Busquets en 2008 hizo que de las 780 viviendas autorizadas hasta entonces se pasara a 520, ya que la edificabilidad se redujo de 78.238 metros cuadrados a 51.712.

El cambio del PP. La llegada de los populares al Gobierno local hizo que se variasen algunos aspectos del plan general que seguía en tramitación. En 2012, aunque se mantuvo la limitación de las ocho alturas para el polígono, se aprobó un incremento de la edificabilidad del 20% que se justificó con el argumento de que se concentraría bajo la rasante del lugar para garantizar las vistas a la Torre de Hércules. El plan admite la posibilidad de superar las ocho plantas, pero de forma extraordinaria y siempre que se justifique de forma adecuada. La crisis inmobiliaria hizo que dos años después Isoman se viera obligada a vender sus propiedades en el lugar.

El nuevo proyecto. Los empresarios presentan en 2016 un plan que propone tres edificios de 16 plantas, así como otros tres de 13, 11 y 9 plantas y varios más de menor tamaño. Se justifica ese diseño porque se evitan "apantallamientos" con los edificios altos, de los que se asegura que se ha "cuidado su dimensión y posición". El polígono tiene casi 44.000 metros cuadrados y una edificabilidad de 60.000, de los que 50.000 serán para viviendas y el resto para uso comercial. El Gobierno local de Marea Atlántica lo rechaza por las alturas de los inmuebles, ya que los que superan las ocho plantas son más del 40% de la superficie total sobre rasante. La Xunta también se opuso al proyecto, que el Concello declaró caducado en 2017 ante la pasividad de los promotores.

Negociaciones. Las negociaciones entre Gobierno local y promotores, entonces ya liderados por Metrovacesa, cristalizan en septiembre de 2018 en un diseño que concentraba la edificabilidad en un espacio menor pero que aumentaba las alturas e invadía parte del terreno anexo al antiguo refugio de Padre Rubinos, por lo que fue desestimado.

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Nueva propuesta. Solo un mes después se plantea otra iniciativa en la que figuraban ocho bloques de los que cuatro alcanzaban las doce plantas. En avenida de Labañou y como se creaba una manzana, aunque con huecos para permitir la vista al mar. De nuevo se argumentó que el número de edificios de más de ocho plantas era inadecuado para considerar que se trataban de un caso singular.

Avances en el acuerdo. En diciembre de 2019 los promotores plantean solo un edificio con más de ocho plantas, aunque se aprecia que generaría un "estrechamiento visual" en la avenida de Labañou y se propone que se retranquee con respecto a ella y se permitan las vistas a la Torre de Hércules.

El proyecto ¿definitivo? En junio de 2020 ambas partes alcanzan un acuerdo, que contiene un edificio con catorce y once alturas y que aumenta de tamaño a medida que se separa de la avenida de Labañou y se defiende aumentar se la visión de la Torre con la alineación de la calle principal del polígono con la plaza de Torrente Ballester y la apertura parcial de la planta baja del edificio singular. También se realiza una nueva distribución de los edificios en la zona para ofrecer nuevas vistas desde el espacio peatonal situado junto al grupo de viviendas María Pita, junto a cuya parte baja, frente al Millennium, se sitúa un bloque con dos y tres alturas para adaptarse a su morfología. El Gobierno local acaba de darle el visto bueno, pero las alegaciones e informes que se presenten, así como las exigencias del Gobierno gallego, pueden modificar la propuesta o incluso rechazarla.