El polígono residencial de O Portiño, en el que la posibilidad de albergar 3.000 viviendas entre pisos y chalés le convierte en el de mayor posibilidad edificatoria del plan general, no será desarrollado a corto o medio plazo por el Concello, según informó ayer a este periódico el Gobierno local, que detalló que ya expuso a los propietarios del suelo en varias reuniones que "no tiene en expectativa" iniciar esa urbanización.

Los promotores, con la inmobiliaria Metrovacesa -la misma que lidera el plan para As Percebeiras- al frente, presentaron a finales de 2018, todavía con Marea Atlántica al frente del Concello, un avance del proyecto para poner en marcha esta actuación, de 495.000 metros cuadrados de superficie, pero el actual Ejecutivo municipal les comunicó que su intención es "proteger los ámbitos de la costa que aún están sin desarrollar" y que trabaja con la Demarcación de Costas en un estudio sobre la recuperación ambiental del borde litoral del municipio.

La importante afección que tiene esta iniciativa urbanística al medio ambiente al situarse muy próximo a la costa y a una zona natural protegida justifican que se adopte una decisión de este tipo, según el Gobierno local, que recuerda además que es el responsable de tramitar los proyectos que se presenten para ese lugar. A esto hay que unir que los terrenos están afectados por las disposiciones del Plan de Ordenación do Litoral de Galicia, por lo que la Xunta también deberá pronunciarse sobre la viabilidad del proyecto.

La protección del litoral es "una máxima irrenunciable", según el Gobierno local, para quien en el caso de O Portiño esta voluntad tiene aún más sentido desde la calificación de las islas de San Pedro como Espacio Natural de Interés Local. El departamento de Urbanismo señaló ya al inicio de este mandato que su política de vivienda pasaba por el desarrollo de polígonos que se encuentren en zonas ya urbanizadas, sobre todo los que tengan ya iniciada su tramitación iniciada, como es el caso del parque ofimático, Someso, As Percebeiras o San Pedro de Visma.

Del casi medio millón de metros cuadrados que integran el polígono de O Portiño, el plan general coruñés reserva 330.747 a espacios libres, equipamientos y viales, mientras que el resto se destinará a viviendas. Los terrenos disponen de una edificabilidad de 342.024 metros cuadrados, de la que el 85,45% es para viviendas en bloques, por lo que se estima que podrán construirse alrededor de 3.000 pisos Pero, además, el 10,5% del suelo edificable estará destinado a viviendas unifamiliares, mientras que un 0,32% de suelo será para infraestructuras y un 3,75% para instalaciones comerciales.

La normativa urbanística aprobada en 2013 establece que el proyecto de O Portiño se gestionará mediante el sistema de compensación, en el que los propietarios de los terrenos se responsabilizarán de urbanizar el suelo y posteriormente el Concello les concederá licencias para edificar si cumplen sus obligaciones.

Metrovacesa fue ya la autora del primer plan para O Portiño en 2005, ya que poseía el 40% de los 578.501 metros cuadrados que entonces comprendía el polígono, en el que se pretendían construir 2.640 pisos de precio libre y 660 de protección oficial, además de otras viviendas sociales para realojar a los habitantes del poblado de O Campanario, que desaparecerá en el caso de que se desarrolle esta actuación.

De acuerdo con ese proyecto, el 70% de las viviendas se distribuirían en inmuebles de cinco y seis alturas, a los que se sumarían otros dos de trece y dos de nueve. El resto de la edificabilidad se completaría con chalés adosados. La rotonda de Cuatro Vientos, situada en la parte más alta del barrio de Os Rosales, sería el punto de entrada al polígono, ya de allí partiría un bulevar en cuyos márgenes se levantarían los edificios de menor tamaño. Al final de esa vía habría un complejo de chalés formando un semicírculo, mientras que la zona más próxima al mar estaría reservada para un parque de 97.000 metros cuadrados que comunicaría los de San Pedro y de Bens.

Los propietarios del suelo preveían en aquel momento iniciar las obras en 2007, pero los trámites se demoraron y, además, mientras se estaba elaborando el nuevo plan urbanístico de la ciudad, en 2008 el Gobierno local de PSOE y BNG modificó la normativa de 1998 para aumentar la edificabilidad en O Portiño, donde estaba autorizado construir 0,61 metros cuadrados por cada metro cuadrado y con el cambio se pasó a 0,69 metros. Los responsables de aquel Gobierno municipal argumentaron para justificar la alteración de la edificabilidad que había que incorporar a este proyecto el límite de 500 metros de la zona de protección del litoral y la conexión del polígono con la tercera ronda.

El Gobierno autonómico se opuso entonces al incremento de la vivienda en O Portiño y advirtió de la necesidad de aprobar previamente el nuevo plan general, que se aprobó en 2013, ya con el Partido Popular al frente del Gobierno local, por lo que durante la fase final de su tramitación optó por reducir la edificabilidad a 0,57 metros cuadrados por cada metro cuadrado de superficie.