¿Cree que la elevada edificabilidad de los terrenos de As Percebeiras es el gran problema para diseñar allí una urbanización adecuada?

Sí, porque ese polígono está heredado del plan general de 1998, en el que por mucho que se hiciera una revisión por Joan Busquets, en algunos polígonos se mantuvo la edificabilidad, lo que hace que siempre aparezca el mismo problema. Queremos un modelo de ciudad diferente, pero la edificabilidad que está asociada a una expectativa económica hace que acaben apareciendo aprovechamientos urbanísticos de un modelo de ciudad pasado.

¿Es posible encontrar una solución para que no haya una alta densidad de edificios en esa zona?

Hay dos soluciones. Una es muy compleja porque sería encontrar consenso para hacer una modificación puntual del plan general, pero eso generaría pérdidas a los promotores, quienes tendrían derecho a una tasación sobre ellas. La otra opción sería trasladar parte de la edificabilidad a otro polígono y dársela a las promotoras que tuvieran adquiridos esos derechos, pero también es un asunto complejo porque no hablamos de números, sino de vistas y de ubicaciones más privilegiadas que otras. Al margen de esto, querría hacer una reflexión sobre que esta actuación se conozca por el nombre de As Percebeiras en referencia a las torres con forma de percebe que se diseñaron en 2002, porque creo que eso desmerece mucho al lugar y el proyecto. La toponimia es fundamental en nuestra cultura y seguramente ahí habría percebes, pero la gente tiene más la imagen de que va a haber una torre con forma de percebe.

El concejal de Urbanismo justifica el desarrollo de As Percebeiras porque se trata de una parte de la ciudad consolidada.

No se puede llamar consolidada a una ciudad que tiene esa discontinuidad, porque consolidar no es construir, sino entender que la calle San Andrés y la Pescadería, aunque existen, lo hacen vacías. El tejido residencial no está soportando un tejido de humanidad, ya que está presente pero está vacío. Hay otros polígonos como el ofimático, Someso o San Pedro de Visma, en las que se proyectan cientos de viviendas en operaciones especulativas que se quedan a medio camino porque constantemente aparece una nueva oferta en otro lugar y eso acaba convirtiendo a la ciudad en inacabada. Cuando se revisó el modelo de ciudad en el plan de urbanismo, probablemente no se hizo desde el punto de vista de la inversión y de la continuidad. Probablemente la de As Percebeiras pueda ser una más de esas actuaciones que se construyen por trozos en función de la venta de viviendas y que desplace a compradores de otros polígonos. ¿El parque ofimático es ciudad consolidada? Hace veinte años que se habla de él y solo hay dos bloques de viviendas que no están completos, por lo que quienes viven allí lo hacen en una especie de ciudad dormitorio aunque parece parte de la ciudad consolidada.

As Percebeiras tiene que someterse a una Evaluación Ambiental Estratégica, ¿cree que va ser difícil que pase ese examen?

Sí, porque en materia medioambiental las administraciones tienen una serie de instrumentos que no había en 1998, alguno de los cuales incluso fue parejo a la revisión del plan general que hizo Busquets. Y ahí llegamos a un campo que es más complejo como es el del acuerdo entre administraciones, ya que en Galicia carecemos de él.

El plan general exige que se justifique de forma adecuada la necesidad de los dos edificios que superan las ocho plantas. ¿Cree que podrá echarse atrás el proyecto por esta cuestión?

Una justificación adecuada cuando se trasciende el número de alturas entra en el campo de lo subjetivable. Aquí el problema es la edificabilidad, porque la clave del carácter urbano de las cosas es la densidad que se le otorga. Y, además, ahí van a encontrarse con un suelo tremendamente duro de granito que va a encarecer sobremanera la obra, lo que después dispara el precio final para el consumidor.