El Concello ha encargado un estudio para analizar el estado actual del parque de Santa Margarita, el objetivo es conocer cuáles son sus deficiencias para, después, elaborar un plan director que lo devuelva, según explica la concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, " a sus orígenes". El proceso está en una fase muy inicial todavía, de modo que el Concello no conoce en qué estado se encuentran los árboles que están plantados en el parque, aunque, " a simple vista", la edila admite que está "muy deteriorado". Cuando cuenten con la fotografía actual y con la recopilación de la información histórica del parque, de cómo fue creado, cuáles eran sus elementos y para qué se instalaron, el Concello empezará un proceso que, según relata Fontán, seguramente se ejecutará "en varios años", ya que la naturaleza tiene sus tiempos y es necesario adecuarse a ellos.

"Si queremos que en una parte haya robles u otras especies autóctonas, tenemos que analizar bien el suelo y saber cuándo es mejor plantarlos y si tenemos que hacer algo antes en el terreno. En los jardines, de Méndez Núñez, por ejemplo, a consecuencia del botellón, el suelo está muy compactado y, es imposible que crezca algo ahí si antes no se oxigena la tierra, porque no filtra", especifica.

Entre las deficiencias que pueden verse en Santa Margarita, sin necesidad de estudios en profundidad, la concejala de Medio Ambiente destaca la recuperación del estanque, el entorno del Planetario y la parte superior del Palacio de la Ópera, que ocasiona filtraciones en el edificio. Capítulo a parte es este inmueble, cuya parte de atrás ofrece una imagen de total abandono, con cristales rotos, maderas que tapan los huecos y pintadas.

Pone el foco también en los árboles, ya que, uno de gran porte que estaba en una de las entradas del parque, tuvo que ser talado porque corría peligro de caer "en cualquier momento".

"Habrá que hacer estudios biomecánicos de los árboles porque creemos que algunos no se encuentran en buen estado, algunos, por el paso del tiempo, otros porque no fueron tratados como debían" , admite Fontán. Estos análisis les permitirán saber si hay que actuar y cuál es la mejor manera de hacerlo.

Asegura que eliminar a estos vecinos, en ocasiones centenarios, es siempre la última opción y defiende que, en caso de tener que talarlos, se plantaría otro ejemplar para no perder verde en la ciudad. Otra de las actuaciones que prevé realizar el Concello es adaptar el parque para que su acceso y el paseo por él sea más cómodo para las personas con movilidad reducida. "Tenemos que ver también cómo afectan las raíces al adoquinado. No queremos reformar demasiado sino que el parque recupere su esencia", comenta.

"La idea es que los coruñeses volvamos a reconocernos en este parque y en otros espacios emblemáticos de la ciudad, pero hay mucho que hacer todavía", admite. Apuesta por aplicar una "línea lógica" en la recuperación de las especies. "Los árboles que estén catalogados o que sean centenarios intentaremos mantenerlos lo máximo posible", explica Fontán.