La Universidade da Coruña (UDC) contará el próximo curso con un nuevo reglamento para el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que pone a disposición de docentes y alumnado. Ante el peso que lo digital ha ganado tras el impacto del coronavirus, la entidad ha querido detallar las condiciones de empleo de ordenadores, softwares, aplicaciones y hasta la propia red del centro al que los estudiantes se conectan con sus equipos personales, cuya actividad monitorizará para asegurarse del uso correcto de sus recursos. El documento pone también el foco en la circulación de la información de la UDC, que deberá estar protegida con mecanismos de seguridad como contraseñas en el caso de que los dispositivos salgan de las instalaciones universitarias. Habrá niveles de acceso asociados a cada perfil, y se penalizará "la cesión de credenciales propias a otro usuario".

Según estipula el documento, la universidad realizará "un registro" del uso de las TIC, que consistirá " en la retención de información para la monitorización, análisis, investigación y documentación en relación con actividades indebidas". También llevará a cabo "con carácter común" un seguimiento del empleo que se haga de su red, aunque se trate de dispositivos personales. La entidad sancionará que se empleen sus recursos para llevar a cabo actividades comerciales, para transmitir o almacenar contenidos que atenten contra la dignidad de las personas o vulneren la propiedad intelectual, y dañar los ordenadores. El incumplimiento de la normativa implicará la "suspensión del servicio o el bloqueo temporal del equipo o del acceso a la red", e incluso la aplicación del "régimen disciplinario contenido en los Estatutos de la universidad".

Para reforzar el blindaje, todos los equipos contarán con actualizaciones de software, un control de acceso basado en credenciales corporativas y medidas contra virus informáticos. La información de la UDC también contará con protección especial, y podrá guardarse únicamente en los sistemas de la universidad, equipos docentes o en la nube, en el caso de que su proveedor figure en el portal de ayuda de los servicios telemáticos.

El reglamento indica que los profesores deberán eliminar todos los datos de la UDC de sus medios personales si se dan de baja de la universidad, y "guardar secreto sobre los datos personales a los que pudiera tener acceso" incluso si se extingue su relación con la institución. Entre sus derechos y los del alumnado, se incluye disponer de los recursos necesarios para llevar a cabo sus tareas, así como respetar su intimidad.