El ocupante de un turismo asombró ayer por la tarde a los conductores que pasaron por la avenida de Navarra y el entorno de la antigua prisión provincial al sacar varias veces medio cuerpo fuera por la ventanilla blandiendo su móvil, para hacer fotos y, quizá también vídeos. Los conductores veían con incredulidad esta estampa, no solo por la multa que le podría caer al aficionado a la fotografía, ni por el peligro que entrañaba su conducta, para él y para el resto de vehículos, sino también por la falta de interés total de los documentos que estaba registrando. ¿En serio es necesario sacar el torso por la ventanilla para hacer unas fotos que seguramente salgan movidas?