El comité clínico de la Xunta para el control de la pandemia en Galicia decidió ayer mantener las restricciones en el área sanitaria de A Coruña al menos siete días más. A partir de hoy, según consta en el Diario Oficial de Galicia, publicado ayer por la noche , se suman a las medidas ya puestas en marcha la pasada semana, la limitación del acceso de familiares a los pacientes ingresados en los centros hospitalarios. Solo podrá acudir una persona por enfermo, preferiblemente menor de 70 años y que no padezca dolencias crónicas. En el caso de la atención ambulatoria, solamente se permitirá un acompañante en caso de que la persona atendida sea dependiente o menor de edad. A esta restricción específica del área de A Coruña se suma otra que abarca a toda Galicia, la de la prohibición de fumar en calles y terrazas si no es posible garantizar la distancia de dos metros entre clientes o peatones.

El presidente del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, aseguró ayer que el próximo miércoles se volverá a reunir el comité clínico para decidir si endurece estas medidas, abriendo la puerta a la limitación de la movilidad para poder contener el avance del coronavirus en la ciudad y su comarca, que tildó de "preocupante", o bien para flexibilizarlas, si han dado buenos resultados.

A pesar de que Feijóo habló en su comparecencia de la posibilidad de ampliar el área en la que el cierre de los locales nocturnos no va más allá de la una de la madrugada, el Diario Oficial de Galicia no recoge esa indicación, por lo que la medida sigue afectando solo a A Coruña, Arteixo, Culleredo, Oleiros y Cambre y no a otros ayuntamientos, como Betanzos, a los que muchos jóvenes se desplazaron el pasado fin de semana.

El documento oficial sí que recoge otras dos medidas que no fueron avanzadas en la comparecencia pública, y que han de aplicar desde hoy los nueve concellos de la comarca (A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo, Oleiros, Abegondo, Bergondo, Carral y Sada). Sus establecimientos y locales comerciales deberán prestar un servicio de atención preferente a mayores de 75 años, como control de accesos o cajas de pago específicos, y/o en horarios determinados que aseguren que los mayores pasan el menor tiempo posible en el local. Esta preferencia tendrá que ser visible.

La otra medida que recoge el texto oficial es una recomendación para los mayores de 75 años, las personas vulnerables al contagio de coronavirus y para "aquellas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que se pueda ver agravada por el uso de la mascarilla o que presenten alguna alteración que haga inviable su utilización". A ellos se aconseja que "eviten en su actividad diaria las salidas en las horas de previsible afluencia o concentración de personas en la vía pública y en espacios o establecimientos abiertos al público," con el fin de reducir su exposición al virus.

Siguen igual que la semana pasada los centros de día, que estarán cerrados; tampoco se permitirán las visitas en los centros de mayores; se mantendrá el veto a las fiestas y a las verbenas; y las reuniones de no convivientes no podrán exceder las diez personas en los concellos de A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo y Oleiros. Comercios y locales de hostelería solo podrán abrir al 50% de su capacidad.

Estas medidas se complementan con la del uso obligatorio de la mascarilla, que rige para toda Galicia. El presidente de la Xunta pidió a los concellos, con sus policías locales, y a la Delegación del Gobierno, con sus agentes, que sean "proactivos", a la hora de hacer cumplir estas normas, ya que han detectado una "relajación" en el área coruñesa.

En la reunión de ayer, los técnicos de la Xunta decidieron también que se ampliarán los rastreos, aunque en el Diario Oficial de Galicia no se recoge este extremo. Según la comparecencia de Feijóo, se podrán intensificar los controles hasta la realización de 1.200 PCR diarias. El comité clínico estudia ahora la puesta en marcha de un "cribado aleatorio entre los sectores de población más afectados, especialmente, entre los menores de 40 años". Esto implica que se podrían realizar las pruebas de detección del virus a determinados grupos de edad y profesionales que estén en contacto con personas vulnerables para poder descubrir a los infectados asintomáticos.

Feijóo hizo ayer un llamamiento a los jóvenes, sobre todo del área coruñesa, para que no se conviertan en "factores de transmisión" y para que se protejan y se cuiden para evitar la expansión del virus, ya que incumpliendo las normas "ponen en riesgo no solo sus vidas sino también las de sus padres y las sus abuelos", comentó y tildó de "mala" la situación epidemiológica de A Coruña mientras que aseguró que la de Galicia es "buena", aunque se vea lastrada por los datos de la comarca coruñesa.

"Hay un nivel de relajación impropio de un pueblo tan sensato como el gallego", lamentó Feijóo, que adelantó que no le "temblará la mano" si hay que tomar medidas como "confinar ciudades o comarcas unos días". Adelantó en su comparecencia que, si los datos van a peor, pedirá "amparo judicial" si es necesario para endurecer las medidas de seguridad -en referencia a la limitación de la movilidad- y que tomará "de forma específica" las decisiones que sean potestad del Ejecutivo para rebajar la incidencia del coronavirus en el área sanitaria de A Coruña

"El problema no será si podemos ir a la playa o no. Será que habrá territorios en Galicia con movilidad reducida o cerrada, que puede haber confinamientos en Galicia en las próximas semanas o en los próximos meses. La cuestión es que la presión asistencial va a subir y mucha gente va a sufrir, también los negocios", alertó Feijóo, que lamentó "hablar con tanta crudeza". El comité clínico no se decantó por esta posibilidad ni la semana pasada ni esta, aunque podría tomar esta decisión más adelante si la cifra de contagios no mejora.

En la comarca hay 92 casos de personas contagiadas por coronavirus por cada cien mil habitantes, una media muy superior a la gallega, que es de 23,74 por cada cien mil habitantes, y ligeramente inferior a la española, que es de 94,6. "Se detectó un incremento brusco entre el 6 y el 8 de agosto", aclaró ayer Feijóo.

El 80% de estos nuevos contagiados son personas de menos de 60 años, con especial incidencia en la población de entre 20 y 40 años. Esta situación se replica en los hospitales, ya que la media de edad de los ingresados en el área sanitaria es de 56 años. Hay varios hospitalizados menores de 30 años y nueve menores de 50 ingresados en el Chuac.

Sobre si la Xunta prevé reforzar la plantilla de los sanitarios en el área coruñesa ante un eventual incremento de los contagios, Feijóo dijo ayer que las Urgencias del Hospital de A Coruña tienen la situación "absolutamente controlada" y que los profesionales están "preparados" para decidir si es necesario algún "incremento puntual de la plantilla", aunque aseguró que, de momento, con los trabajadores que hay y los casos que requieren este servicio de emergencias no se prevé esta posibilidad. "Hay muchas camas libres, hay capacidad asistencial de sobra para tratar el incremento" de ingresados por coronavirus, relató Feijóo.