Para Auria Torres, de 23 años, no cabe la menor duda: "La danza es la profesión que escogí de niña". En el mundo del baile ha encontrado, ya de adulta, el trabajo de sus sueños, que actualmente desempeña y al que espera seguir dedicándose en un futuro. Auria es profesora de baile en el colegio Liceo la Paz, ocupación que compagina, desde hace tres años, con sus estudios en Historia del Arte, otro de sus grandes intereses. Una oportunidad que le llegó de improvisto y a la que ha conseguido ir acoplando su rutina académica tras años de entrenamiento.

"Empecé el curso un septiembre, y ese octubre encontré trabajo. Me había matriculado de todo: trabajaba hasta las 15.00, comía en el tren e iba a clase por la tarde", relata. No tardó en aprender a organizarse, y, sobre todo, a priorizar. "No me importa coger menos asignaturas o acabar la carrera un poco más tarde. Considero la danza como parte de mi formación, además de la carrera", asevera.

A falta de un puñado de asignaturas para terminar la titulación, Auria Torres cumple, este mes, su primer año independizada, con lo que se adelanta 7 años a la media española de abandono del hogar. Una determinación para la que hacen falta ganas y tener con quién compartir el camino. "Vimos que con mi sueldo y el de mi pareja, sin cobrar una barbaridad, nos daba para vivir, y dijimos adelante. Teníamos una seguridad y unos ahorros, y decidimos arriesgarnos", simplifica.

Con respecto a sus expectativas, poco hay que no esté claro. "El baile es mi pasión, y me encanta enseñar a niños. Mientras pueda vivir del baile, lo haré. Si mañana no hay salida de esto, me dedicaré a la Historia del Arte encantada de la vida", asegura.