Los propietarios del emblemático bar Chaflán han decidido cerrar un tiempo, pero no para siempre. En un cartel verde, pegado en su verja, anuncian a sus clientes que hay condiciones que les harían levantar la persiana de nuevo inmediatamente. La primera es que puedan volver a la "nueva normalidad; la segunda, que aquellos que todavía no hagan uso del " sentidiño" empiecen a hacerlo, porque no se gasta; la tercera y más apocalíptica, que nos muramos todos y nos extingamos, por lo que tampoco tendría mucho sentido volver a ponerse tras la barra y, la cuarta y última, aunque no por ello poco deseable, que el Deportivo vuelva a Primera División. Lo que antes llegue.