Una traba burocrática se convierte en problemas económicos para las familias que están a la espera de que se les asigne una cita presencial para poder ir a la Seguridad Social y que un funcionario les atienda. Contactar con las oficinas de la ciudad se ha convertido "en una odisea", según los usuarios que intentan desde hace un mes conseguir cita para resolver alguno de sus problemas con la Administración. Preguntados por este diario ni el Ministerio de Seguridad Social ni la Delegación del Gobierno ofrecieron una explicación sobre estos retrasos.

Nadie coge el teléfono en los ocho números habilitados en la ciudad por la Seguridad Social -dos de ellos generales para toda España- y, en la web, no hay citas disponibles hasta el 15 de septiembre, pero no son en A Coruña, sino en otras localidades de la provincia: Noia, A Pobra, Corcubión y Melide. Este hecho, según el secretario de Organización de la CIG en A Coruña, Óscar Calvo, supone pérdidas económicas para quienes están pendientes, por ejemplo, de que se resuelva su pensión de viudedad u orfandad o que, tras un ERTE, se jubilan. "Hay plazos que corren y, si se te acaba el ERTE en julio y te jubilas, la empresa deja de pagarte porque en agosto tienes que cobrar ya la pensión, si no está todo resuelto, aunque te den vez para septiembre, la prestación de agosto ya no la cobras", explica.

En la misma situación se encuentran los trabajadores del Comité Antisida de A Coruña (Casco), donde tramitan todo tipo de prestaciones para sus usuarios. "Conseguir cita es casi imposible, y hacer los trámites por internet, a nosotros nos ralentiza mucho el trabajo porque, cuando parece que has conseguido subir los documentos, la página a veces se cuelga y hay que volver a empezar", se queja la directora, Sonia Valbuena.

En su caso, como en el de La Cocina Económica, hay trámites que no pueden completar por internet, como la tramitación de las ayudas Risga, que requieren que el interesado acuda presencialmente a las oficinas, por lo que este bloqueo en las citas de la Seguridad Social les provoca una paralización en su trabajo y, también, un obstáculo a sus usuarios, en el camino para conseguir, al menos unos ingresos que les permitan pagarse una habitación.

"Como siempre, las más perjudicas son las personas que no tienen hogar, porque la brecha digital se está haciendo más patente que nunca", relata el trabajador social de La Cocina Económica, Pablo Sánchez. En su caso, trata de hacer todos los trámites que puede por internet, que no son todos, pero sí la mayoría de los que realiza a lo largo del día, así que, lo primero que solicita para los usuarios es el código del DNI digital. "Esa clave nos facilita mucho el trabajo", comenta y puntualiza que, más allá de los retrasos en las citas de la Seguridad Social, durante la cuarentena y tras ella, como entidad social, La Cocina Económica recibió apoyo de las instituciones, incluso de las judiciales, para poder acceder a la documentación necesaria para tramitar ayudas para sus usuarios telemáticamente.

Calvo denuncia que la situación de los afiliados al sindicato es de "indefensión total" porque no tienen ninguna manera de solucionar sus problemas burocráticos con la Administración, más allá de judicializarlos. "Hubo un momento que tuvimos que reactivar la caja de alimentación que tenemos porque había afiliados que no tenían para comer", recuerda Calvo, que reclama más personal en las oficinas de la Seguridad Social, que son las que más problemas están presentando. "En Empleo estuvieron sobrepasados con los Ertes pero iban solucionando las cosas. Es cierto que hay gente que aún no cobró, pero muchas veces, los problemas eran culpa de la empresa, en el caso de la Seguridad Social es que no hay manera de ponerse en contacto con nadie", denuncia. Reclama también que no se utilice la "excusa" de que los trabajadores están "sobrepasados" por la cantidad de peticiones. "Que pongan el personal que sea necesario, porque hay cuestiones que son de vida o muerte", relata Calvo.

En Ecos do Sur la situación se replica. En su caso, están tramitando, sobre todo, el Ingreso Mínimo Vital por vía telemática, Sin embargo, expedientes que enviaron el 1 de junio están todavía en estudio, es decir, sin resolver, y las personas solicitantes, sin percibir esta ayuda. Reconocen el esfuerzo de la Seguridad Social por "reducir la burocratización", pero para muchos de sus usuarios la tramitación es demasiado complicada todavía, ya que muchos documentos de los que les exigen requieren acudir con cita previa a administraciones que no las dan, por lo que las solicitudes se demoran y, además, no cuentan con los conocimientos necesarios para poder manejarse en internet para hacer estos trámites. "Estamos viendo graves obstáculos en el acceso a los derechos a causa de la brecha digital", concluyen fuentes de Ecos do Sur.