Los libros de texto, finalmente, se quedan fuera del bono de ayudas culturales o Bono Cultura del Plan de Rescate (Presco), nacido para reactivar la economía en la ciudad. En una primera comunicación del Concello con las librerías, no había ningún epígrafe que excluyese estos materiales de las subvenciones -tampoco en el que estuviesen expresamente incluidos-, por lo que los negocios pensaron que podían aplicar las ayudas, aunque ayer les aclararon municipales fuentes que no, en consonancia con las bases aprobadas en la Xunta de Goberno Local. Sí se pueden usar los bonos destinados al pequeño comercio en general (Bono10), siempre que el establecimiento de compra esté adherido a este programa y no al de los bonos culturales.

Las librerías aclaran que siguen entrando otros materiales necesarios para el inicio del curso, como los libros de lectura obligatoria, que sí se pueden adquirir con estos bonos y que aportan una pequeña ayuda económica a las familias con menores en edad escolar.

El Concello entiende que los manuales de texto no son productos culturales sino educativos, por lo que se quedan fuera de las ayudas, que tienen como destinatarios el teatro, el cine o la literatura. Algunas familias han mostrado su malestar al entender que comprar los manuales de texto para sus menores en las librerías del barrio también es apoyar al pequeño comercio y esta ayuda les animaba a apartarse de los grandes centros comerciales.

Según explican fuentes municipales, las familias sí pueden usar el bono de la línea de ayudas del pequeño comercio para la compra de libros de texto en sus librerías habituales y otros establecimientos, pero solo el caso de que los negocios se hayan apuntado a esta categoría y no a la de los bonos culturales. Según las bases, es incompatible que los establecimientos estén adheridos a ambas líneas al mismo tiempo.

Librerías consultadas por este diario se quejan de que, actualmente, todavía no saben cómo tienen que gestionar las facturas de los productos que se beneficien de la línea de ayudas culturales, por ejemplo, por la compra de una trilogía de ficción, o de un cómic, ya que es la Fundación Emalcsa la que se encarga de su tramitación y todavía no les ha explicado cómo hacerlo. Relatan también que, si el Presco incluyese los libros de texto, muchas familias verían aliviadas sus cuentas, ya que ofrece un descuento del 40% en un gasto superior a diez euros hasta un máximo de 60 euros del material adquirido, bien sea de libros, discos o de entradas. En la actual situación económica, hay familias que han visto reducidos sus ingresos por la pandemia pero no tendrán acceso a las ayudas de la Xunta, ya que estas tienen en cuenta la renta del año pasado y no la actual. Las librerías explican que, en estos casos, hay otras entidades que ofrecen bonos para la compra de material escolar, como el propio Concello, a través de sus ayudas de emergencia social, Cruz Roja o Cáritas.

Seis mil usuarios

Más de 6.000 personas, según datos municipales, han descargado hasta el momento bonos de descuento de la campaña de incentivos al comercio, la hostelería y la cultura local impulsada dentro del Presco, que el Ayuntamiento puso en marcha el pasado día 5 de este mes. La aplicación móvil APP Comerciantes acumula ya 1.485 descargas, informa el Concello.