Víctor Arufe es uno de esos profesores que valora el trabajo bien hecho. Además de haber resultado galardonado en varias ocasiones por sus excelentes prácticas docentes -fue premio SIMO 2019 a la mejor experiencia didáctica innovadora y premio EducaABanca como mejor docente universitario 2017- lo que más le llena es que, transcurridos años del paso por su clase, un alumno le recuerde mucho lo que aprendió con él. Y es que en la situación pandémica actual, y en el resto de su experiencia docente, hay una clave que no deja de practicar: "la empatía". Por mucho que la fomente, sin recursos ni infraestructuras, este inicio de curso se le antoja complicado. "Mis medidas serían bajar las ratios para garantizar grupos de 10 o 15 alumnos" y apostar "de lleno" por la educación presencial en las primeras etapas escolares.

Quedan 15 días para el regreso a las aulas de los más pequeños (Infantil y Primaria arrancan el día 10) ¿cómo pinta la vuelta?

La veo complicada desde el punto de vista del profesorado. Hay cierta dejadez por parte del Gobierno de España a la hora de marcar unas pautas claras y también la falta de recursos e infraestructuras para que el sistema pueda desarrollarse de forma óptima con unas circunstancias especiales como las que tenemos. Se ha visto de lleno la debilidad de nuestro sistema educativo, que es básicamente la falta de profesorado y de espacios para bajar la ratio.

Entonces ¿no se ha tomado nota del extraño final curso pasado para preparar la vuelta?

El mayor hándicap va a ser la falta de recursos. No se puede plantear meter en 40 metros cuadrados a 30 alumnos. Es un riesgo al final de salud pública para todos porque, aunque hagas aulas burbujas, esos niños entran en contacto con más gente fuera del entorno escolar. La circunstancia especial que estamos viviendo es muy compleja, pero se ha visto sobre todo la debilidad de nuestro sistema educativo que es básicamente la inexistencia de infraestructuras y de espacios amplios para la labor docente.

El debate está focalizado en torno a presencialismo versus educación a distancia. ¿Qué porcentaje de cada modalidad pondría usted en la balanza?

Habría que ver en cada etapa. Podemos optar por la semipresencialidad o enseñanza 100% virtual en ESO y Bachillerato. En Infantil y Primaria los alumnos necesitan contacto con otros compañeros. Se trabaja ya mucho el tema de valores, de variables psicológicas, psicosociales. De no poder ser presencial, optaría por la modalidad semipresencial en ese caso. Pero ese tipo de enseñanza exige ya cambios a nivel laboral para que familias puedan estar con los hijos.

Hay una parte de esa carga docente que asumen las familias, y la suman a otras responsabilidades laborales, domésticas...

Hay que tener un plan A y un plan B y eso sí que se puede ir planificando. El problema es la falta de recursos y de familiarización de las familias, del profesorado y el alumnado con las TIC. Mis medidas serían bajar ratios para garantizar grupos pequeños de 10 o 15 alumnos, que se permitan por lo menos 2 metros cuadrados por alumno en el aula para guardar esa distancia de seguridad. Requiere de amplios espacios, que no tienen los centros, y de más contratación de profesorado, pero no hay presupuesto.

¿Y los niños? ¿Cómo van a asumir una vuelta al cole presencial en estas circunstancias tan diferentes?

Los niños se han acostumbrado del último trimestre, fue una experiencia muy novedosa. Si tuviesen clase semipresencial o virtual no les importaría. Lo único, los más pequeños. El contacto con otros niños es una fuente de aprendizaje, ver cómo otros niños hacen cosas. Es lo que más lamentaría. En Infantil y Primaria apostaría de lleno por darles la oportunidad de que estén con otros iguales, aunque sea con mascarillas y distancia. En Secundaria y Bachiller, el aprendizaje autónomo se puede llevar a cabo desde casa, a través de unos buenos ejercicios, plataformas, etc.

Como investigador premiado por sus técnicas docentes ¿qué pinta la innovación en todo esto?

El último trimestre del año pasado todos los profesores innovaron o buscaron innovación. La tecnología tenemos que tenerla como aliada, nunca va a suplir la enseñanza presencial que es la excelencia a nivel educativo en todas las etapas.