Cuando el coronavirus, allá por marzo, llegó para instalarse de forma indefinida en nuestras vidas, Caroline Machado tomó una decisión: era momento de probar a incluir en la carta propuestas novedosas que permitiesen incorporar la opción de reparto a domicilio en Tropicaña, el rincón brasileiro de la calle Francisco Catoira La idea no pudo salir mejor. Ahora, a la picaña y a la feijoada más tradicionales se une también la pizza, un elemento que no se deja por el camino la esencia del país del Amazonas. "Aquí es todo casero. Ahora, las pizzas al estilo brasileño, también", asegura la propietaria. Ni ella ni su marido, Leonardo, pudieron imaginar el éxito que tendría la nueva propuesta. "Ampliamos la oferta y salió bien, incluso tuvimos que contratar personal", afirma. Las pizzas más demandadas se salen de lo común: las favoritas, sin embargo, combinan lo mejor de ambas tierras. "Nos piden mucho la de chorizo brasileño ahumado y la de pulpo, cebolla y queso", señala. Las pizzas incorporan el componente familiar que la propietaria busca imprimir en todo lo que sale de sus cocinas: como en casa, en ningún sitio. Siguen con cierta preocupación la situación en Brasil, pero saben, por experiencia, que sus compatriotas podrán levantarse. "Es complicado, pero la gente allí está acostumbrada a crisis y a sobrevivir con lo mínimo, se tira para adelante como se puede", comenta.