El concejal de Educación, Chero Celemín, defiende que el curso tiene que empezar con clases presenciales, cumpliendo los protocolos y con seguridad. El Concello, dice, irá ofreciendo soluciones a los problemas que se presenten.

Empieza el curso y no solo en los colegios, también en el Concello, ¿cómo están preparando la vuelta?

Estamos preocupados, como todo el mundo. Tenemos que empezar el colegio, porque una ciudad sin escuela es una ciudad muerta. Vamos a poner una serie de medidas para poder solucionar lo que podamos. Tendremos una reunión con la Xefatura Territorial de Educación para coordinarnos. Nuestro apoyo es incondicional al sector educativo.

¿Qué medidas?

Una es ofrecer espacios municipales en el caso de que los colegios los necesiten, como pabellones, bibliotecas, el Ágora o el Fórum. Aquellos centros que puedan necesitar estos espacios, se pueden poner en contacto con el inspector de Educación y, después, empezaríamos a gestionar esta cuestión.

La Xunta ya manifestó que no aceptaría los espacios que los Concellos ofrecen para desdoblar las aulas porque no se adaptan a las necesidades de los centros educativos.

Yo no tengo ninguna contestación oficial. Nosotros hacemos el ofrecimiento. Puede ser que haya espacios que sí se adapten, por cercanía al centro o por comodidad que se podrían utilizar. Ahí están, ahora que sea la Xunta la que diga si los acepta o no.

¿Qué más ofrecen?

Tenemos que tratar el tema del servicio de limpieza para reforzar los turnos, sobre todo, el de la mañana. El Concello tiene un contrato y tenemos que ver cómo podemos hacer ese refuerzo que la Xunta nos exige. Vamos a solicitar que haya un acuerdo presupuestario para estas eventualidades que están surgiendo para darle respuesta a estas cuestiones de limpieza y de desinfección. Entendemos que las entradas y las salidas son puntos de conflicto, sobre todo, los primeros días, así que, vamos a tratar de que haya un refuerzo de Protección Civil y Policía Local. Vamos a hablar con el voluntariado de Servicios Sociales para que pueda echar una mano.

¿Y las extraescolares?

Llevamos hablando todo el verano de ellas. Vamos a ver cuáles son las que podemos realizar y de cuáles habrá que prescindir. Los materiales no se pueden compartir y deportes en los que se usa el mismo elemento no parece razonable que se oferten, pero otras actividades, sí. Ese programa lo vamos a ir desarrollando. Estamos elaborando también un contrato de mudanzas para ayudar a los colegios a mover mobiliario y para adaptar y despejar los espacios. No puede ser el profesorado el que haga esa labor. Todas estas medidas, y el refuerzo de conserjería en algún centro que lo necesite, es lo que aportamos para que se inicie el curso de la mejor manera.

¿Qué tareas tendrían los voluntarios y Protección Civil en este inicio de curso?

Las que ya están haciendo en este momento, de señalización en las entradas y salidas, pero nos pondremos en contacto con los centros para ofrecerle a los voluntarios y que sean ellos los que les digan en qué pueden ayudar.

Empiezan las clases en la Escuela Municipal de Música, ¿también en las formaciones de la Sinfónica?

En la Escuela de Música vamos a seguir el protocolo que dijo la Xunta. Esperaremos a que empiece el curso y, a mediados de septiembre, espero que podamos comenzar también con las agrupaciones del Consorcio.

Durante el curso pasado hubo problemas con el proyecto social Resuena de la Sinfónica, en el que unos 300 menores con problemas de integración recibían clases individuales y colectivas de música, ¿seguirá este año o renuncian?

El año pasado quedó sin efecto porque se marchó la persona responsable del proyecto y, a partir de ahí, ya empezó el confinamiento y no ha sido posible reunirnos con Abanca para volver a ponerlo en marcha. Estamos viendo cómo podemos desarrollarlo pero, en este momento, es complicado. Está en stand by. Vuelve a tener los mismos problemas, además, no se puede tener agrupaciones de más de diez alumnos, no es una escuela, es una actividad y conllevaría una serie de problemas y hay garantías que no se pueden cumplir, sobre todo, sanitarias. Vamos a ver cómo evoluciona la pandemia. Seguiremos trabajando para ver cómo podemos ponerlo en funcionamiento y lo retomaremos en cuanto se pueda.

Si se da la circunstancia de que se confine a los estudiantes de un colegio o de un aula, ¿el Concello tiene manera de llevar la comida a los hogares?

Podría pasar. Es todo tan nuevo que, a veces, no pensamos en todas las cosas que nos pueden ocurrir, pero sí que podríamos articular algún mecanismo para que los niños que tienen beca comedor puedan recibir la comida en su casa, también ayudarles con las tareas. Cuando surjan estos problemas les iremos poniendo remedio.

¿Qué futuro les espera a las actividades paralelas que se hacían a lo largo del curso también fuera de los centros, como en los museos científicos?

Están programadas y están ahí, pero no sabemos hasta qué punto las podremos realizar. Están preparadas y ofertadas.