La Escuela de Arquitectura de A Coruña y la Facultade de Economía organizan, este año, la 34º edición del Congreso Internacional de Arquitectura y Diseño Sostenible, ( PLEA-Passive and Low Energy Architecture) el más antiguo e importante de este ámbito de investigación. En esta edición, titulada Planning Post Carbon Cities, las ponencias versarán sobre las ciudades climáticamente neutras y el camino para transformar las urbes en base a modelos sostenibles.

Organizan, este año, uno de los congresos de arquitectura más prestigiosos a nivel internacional.

Sí. Se lleva celebrando desde el año 1981, cuando hay una primera reunión de expertos investigadores de diferentes universidades de Miami. A partir de aquí este congreso empieza a celebrarse de forma anual o cada dos años, con el objetivo de compartir experiencias de investigación. En un primer momento se centró en temas energéticos, relativos a la edificación y al urbanismo, y luego se fue ampliando el foco y los campos: se introducen temas que tienen que ver con el cambio climático, la iluminación, la salud, el reciclaje, la economía circular...

En los últimos años, en los que se habla tanto de la lucha del cambio climático, ¿se deja de lado, en cierto modo, el papel del Urbanismo?

Sí, hay que tener en cuenta que, aunque el consumo de energía de los edificios está en torno al 30% de la energía que se consume en un país como este, todas las actividades urbanas juntas, no solo los edificios, aglutinan un 70% del consumo y de las emisiones que se generan a la atmósfera. La ciudad es un campo de batalla fundamental para combatir los efectos del cambio climático.

¿Cómo se adapta el congreso a la modalidad telemática?

Ha sido complejo: hemos tenido que cambiar desde la forma de entrega, los calendarios, hasta las tarifas de registro, que son totalmente diferentes a las de un congreso físico con más gastos. Hubo que volver a elaborar todo ese presupuesto, hacer unos cálculos de los costes, poner en marcha las plataformas adecuadas para la difusión, determinar el cómo pedirles las ponencias a los expertos. Al final se decidió que serían grabadas con intervenciones en vivo. Lo hicimos en tiempo récord. Muchos de los profesionales se vieron afectados por el cierre de sus universidades, no podían acceder a sus materiales. Tuvimos que ser muy flexibles.

Sobre el producto resultante, ¿qué podrán encontrar los inscritos?

Habrá unas 240 ponencias paralelas de investigadores de todo el mundo, seis sesiones plenarias de expertos destacados en el tema ambiental, que ofrecerán una visión muy innovadora. Otra de las cuestiones de trasladar el formato físico al virtual, es que pensamos que debíamos cambiar el perfil de las sesiones plenarias. Debían ser gente que fuera relevante, pero que no tuviera una sobre-presencia en la red. Si ya se puede ver una charla de esa persona en YouTube, quizá pierda interés. Viene gente como la CEO de Gehl Architects, Helle Søholt, que no tiene tanta presencia en la web como el otro fundador, Jan Gehl, por lo que nos parecía importante escucharla a ella.

El congreso de este año, Planning Post Carbon Cities

Se trata de pensar la ciudad del futuro como un modelo en el que las posibilidades de la energía y las facilidades de obtenerla no van a ser las de hoy. Las ciudades tienen una inercia muy grande, los cambios hay que planificarlos con mucha antelación y hay que ir pensándolos ya, aunque no vaya a ser algo repentino. Es algo que sabemos que va a llegar y va a tener un impacto muy grande en nuestra forma de vida. La conferencia se centra en esta evolución hacia las ciudades ambientalmente neutras o con menos impacto, con la movilidad limpia o los edificios con un consumo reducido de energía. Está todo pensado como un ecosistema en el que cada elemento interactúa simbióticamente con la ciudad. La ciudad con los edificios, los edificios entre ellos....

¿Hay algún ejemplo, a día de hoy, de ciudades que caminen hacia este modelo?

Hay ciudades que están cambiando en los últimos años. Tenemos ejemplos próximos, como las estrategias de peatonalización en ciudades pequeñas, como Pontevedra, que es un referente en el mundo. Hay modelos que están más basados en los tecnológico, como Masdar, en los Emiratos Árabes, un proyecto de Norman Foster cuyo objetivo era crear una ciudad de consumo nulo. No hay una ciudad o un modelo en este momento que sea un ejemplo de haber conseguido solucionar todos los problemas, pero sí hay ejemplos de mejora de elementos parciales que avanzan hacia ese modelo.

¿Está A Coruña todavía lejos de ser una ciudad sostenible?

Sí, a A Coruña todavía le falta, pero empieza a haber cosas. Recientemente, a raíz de la cuarentena, se ha apostado por las calles peatonales, hacer un tráfico más amable para el peatón y los medios de transporte no contaminantes.