El monumento en honor a Eusebio da Guarda lleva años guardando inmutable la plaza de Pontevedra. Al menos hasta esta semana, cuando un vándalo decidió tunear su conjunto de chaqueta y pantalón con un outfit más estrambótico. El miércoles, la figura apareció cubierta de cintas desde los pies hasta debajo de los ojos, lo que llamó la atención de más de un vecino que se apresuró a compartirlo en redes sociales. Los técnicos municipales retiraron poco después las cintas del monumento, que no provocaron daños, pero sí lograron que los paseantes -poco acostumbrados a este tipo de travesuras- volvieran a reparar en la estatua.