La tramitación de proyectos urbanísticos requiere pasos que por una razón u otra dilatan su ejecución en el tiempo. La reforma de la plaza del mercado de Monte Alto sirve de ejemplo de la demora que arrastran este tipo de planes. Desde que el anterior Gobierno local la anunció, con una inversión de 3,8 millones de euros, hasta que el actual Ejecutivo ha dado luz verde al proyecto con el mismo presupuesto han pasado cinco años. A finales del mandato del PP incluso ya se había avanzado esta obra, aunque no con alcance integral y con un gasto que no llegaba al millón de euros. ¿Qué ha ocurrido para que una intervención de esta envergadura, que mejorará la movilidad, la accesibilidad y la estética en el lugar y su entorno y que afecta a la propia plaza superior con su parada del bus urbano, al mercado y a la escuela infantil municipales, a locales sociales, a un parking y a un supermercado, haya tenido que esperar más de cinco años para la aprobación final del Concello?

E Tres mandatos. A pocos meses de las municipales de 2015, el Gobierno popular de Carlos Negreira anunció una reforma en Monte Alto por valor de 861.000 euros. El Ejecutivo de Marea avanzó en agosto de aquel año que la obra sería más ambiciosa y abarcaría toda la plaza y sus servicios y elevó el coste a 3,8 millones, financiados con fondos Eidus. Hasta mayo de 2017, casi dos años después, no se conoció al ganador del concurso de ideas convocado por el Concello, al que se presentaron 72 propuestas. Pasaron 14 meses y en julio de 2018 se adjudicó por 269.000 euros el contrato de la redacción del proyecto de ejecución al arquitecto que diseñó la solución con mejor valoración en el concurso, Alejandro Álvarez Blanco (en el proyecto básico y de ejecución se incorporó Adolfo Agra Gutiérrez). Los tres meses concedidos desde entonces se convirtieron en seis debido a la dificultad del proyecto, que no se entregó hasta comienzos de 2019. Ha pasado otro año y cinco meses para que el Gobierno local aprobase el plan, que será licitado en breve. La partida con que cuenta en el presupuesto de 2020 es de casi 290.000 euros.

E Una larga tramitación. La reforma de la plaza del mercado de Monte Alto es un proyecto "complejo", admite Álvarez Blanco. El hecho de que en un mismo enclave urbano haya en tres niveles un aparcamiento subterráneo, un supermercado, un mercado municipal, una escuela infantil y una parada del bus donde empiezan y terminan varias líneas implica a distintas áreas de responsabilidad del Concello. En estos cinco años el Gobierno local anterior habló en más de una ocasión con vecinos, placeros y docentes afectados para conocer sus necesidades y poder trasladarlas a una nueva solución urbanística. Mientras tanto, el proyecto, una vez definido tras el concurso de ideas, se encasquetó en departamentos municipales por motivos presupuestarios, según apuntó el Gobierno anterior, al no haberse aprobado las cuentas en pleno.

E Plaza superior. El propósito de la remodelación de la plaza es "acercar el mercado a la calle", recalca el arquitecto, además de "potenciar los usos en el exterior". En el plano superior la superficie perderá sus actuales lucernarios sobre el mercado y se abre a plantaciones. En el lateral de la calle Cuento estará la escuela infantil y en el de la calle Joaquín González, borde con remate de bancos. En la avenida de Hércules, la marquesina del bus y hacia la calle Forcarei, un pliegue a modo de balcón y un ascensor de uso público en la esquina próxima al centro educativo.

E Escuela infantil. Pasa de tener dos plantas a solo una en la altura superior de la plaza. Contará con patio exterior, una sala polivalente abierta, una grada interior y una escalera de acceso. Las aulas se situarán a ambos lados del espacio común con un tabique acristalado.

E Mercado municipal. El nivel donde se extiende el mercado será un gran suelo que reutiliza el forjado existente y lo completa hasta los límites con las tres calles perimetrales, tratando de enlazar con ellas mediante escaleras, rampas, contenciones y balcones. Entre el suelo y techo, la apertura física o visual de la plaza de abastos prevalece, de modo que se disponen hasta seis accesos a su interior desde su perímetro a través de puertas automáticas y de ascensor, uno de ellos directamente desde la avenida de Hércules.

E Plaza inferior. Los dos locales vecinales dejan el sótano, tendrán frente por la calle Forcarei y se accederá a ellos por la plaza inferior, por donde mejoran visibilidad, ventilación, altura y funcionamiento. Desde este nivel se accede al ascensor y se entra y sale del supermercado y su canal de carga. Bajo la misma, al parking público se añade una segunda escalera en la zona opuesta de la parcela.