La preocupación de Xiana Arias, madre de un pequeño de dos años que está apunto de comenzar la guardería, no es común al resto de los padres. Tras unos meses de encierro que no han sido fáciles para nadie, el mayor temor de esta familia no es qué hacer si hay un rebrote en clase, sino cómo actuar después de una posible cuarentena para paliar sus efectos. Y es que el pequeño de la casa no llevó nada bien la desescalada, que supuso todo un punto de inflexión para su desarrollo a una edad tan temprana. "Cuando volvimos a salir tras el confinamiento, todo le daba miedo. Veía una hoja y se asustaba, veía niños y lloraba. Me llevó mucho tiempo que perdiese esos miedos", recuerda. No es de extrañar que una posible cuarentena ante un positivo próximo sea, ahora, el origen de sus preocupaciones. "Aún faltan algunas cosillas que le enseñaban en la guardería y que no pudo aprender. Vamos poco a poco", comenta. Aunque no sin cierta incertidumbre, Xiana Arias afronta la vuelta al cole con paciencia. "Tienes cierto miedo, porque al mínimo síntoma que traiga, ya pensaremos en el virus. Es lo que toca", añade.