"¿Cuántas personas saben cuánto es un metro y medio?", se pregunta la arquitecta coruñesa Sandra González, creadora y directora del programa A Vila do Mañá, con el que analiza, junto a los más pequeños, el diseño de las ciudades e impulsa la recuperación de espacios para los peatones. La iniciativa suma ahora un nuevo condicionante: mantener la distancia de seguridad para evitar contagios. "Estamos en una nueva situación, una nueva realidad, y tenemos que ver si las ciudades están adaptadas para las nuevas medidas", expone.

Para comprobarlo, pasea con niños y niñas por calles y avenidas. Este fin de semana fue el turno de Arzúa. Como accesorios para el paseo, mascarilla y flotador. "Les pusimos a los participantes flotadores de un metro y 30 centímetros para que fuesen conscientes de la distancia que hay que mantener, sobre todo ahora que empiezan el colegio", cuenta.

Muchos se sorprendieron al comprobar lo lejos que se encontraban unos de otros. Pero ese no era el objetivo de la actividad, sino saber si las ciudades están preparadas para esta nueva realidad. "En alguna calle pequeña casi ni entrábamos", revela la arquitecta, a la que le gustaría llevar esta iniciativa a "ciudades más grandes".

Es la primera vez tras el confinamiento que A Vila do Mañá entra en acción, pues muchas actividades "tuvieron que cancelarse" por el incremento de contagios. Sandra González defiende que la pandemia ha demostrado que "se necesitan más espacios para los peatones". "Es momento de replantear las ciudades. No escapar al campo. La ciudad tiene que tener una nueva identidad. Que sea lo que tiene que ser, es decir, para las personas", resume.

En sus paseos con los más pequeños, la arquitecta comprueba que "muchas veces no hay por donde caminar". "Las ciudades no están adaptadas. Nos piden que nos concienciemos por l coronavirus, pero en la mayoría de las calles es imposible. Las aceras suelen ser de un metro de ancho, a lo que hay que sumar las terrazas y los coches", indica.

Nace así una "nueva oportunidad" para las ciudades. "Como A Coruña, que está intentando peatonalizar algunas zonas", pone como ejemplo, a la vez que apuesta por "humanizar todo un poco más" para que estos sitios "recuperen su identidad". Una idea que transmite siempre a los participantes de los talleres. Hasta el miércoles seguirá explorando Arzúa y Sandra González ya piensa en el siguiente reto.