El programa de madrugadores se regulará con el mismo marco que afecta al comedor. Cada alumno contará con un puesto fijo en la mesa, y no se mezclarán los grupos burbuja. Las responsables de concretar las medidas serán las empresa de catering de cada centro, que aseguran llevar todo el verano trabajando con la versión emitida en julio por la Xunta, y haberse visto sorprendidas por la del 31 de agosto. Jardanay, contratada por más de una veintena de centros de la urbe, separará a cada alumno por 1,5 metros sentados en oblicuo, de modo que ni los estudiantes del mismo grupo de convivencia supriman la distancia estipulada. Los colegios en los que preste el servicio contarán con zonas distintas para niños que desayunan en el centro y los que ya hayan comido en sus hogares. Cada burbuja contará además con una zona asignada para jugar en el patio, así como en el interior en el caso de que llueva.