Cuando llega septiembre, y con él el nuevo curso, los más pequeños esperan ansiosos su vuelta al cole. Nerviosos, eufóricos o algo tristes, pero encantados de reencontrarse con sus compañeros y profesores. En este regreso a las aulas no ha faltado ninguno de estos ingredientes, pero sí se han sumado la incertidumbre y, en algunos casos, el miedo. Sobre todo entre los padres y madres que ayer llevaron a sus hijos a las puertas de los colegios para dar comienzo a los cursos de Infantil y Primaria, que también arrancan hoy. "Han sido unos días de incertidumbre, pero es cuestión de adaptarse a esta nueva situación", decía una madre, ayer, a las puertas del Concepción Arenal cuando dejaba a su pequeña.

Mochilas de Frozen, patinetes para llegar hasta la puerta del centro y libros nuevos no faltaron en esta primera jornada en la que los verdaderos protagonistas fueron los geles hidroalcohólicos y las mascarillas. También en esto mandan las modas, así que los más pequeños lucieron sus tapabocas de dibujos y colores. Alguno llevaba el gel en la mochila, para cuando lo necesitase, pero otros, más prácticos, lucían un pequeño botecito colgando de su cinturón. "A ver cuánto les dura", comentaba un padre.

¿Lo más difícil de este primer día? La espera en la puerta. Por cuestiones de seguridad, los familiares ya no pueden acceder al interior de los colegios, por lo que llevan a sus pequeños hasta la puerta, donde un profesor se encarga de reunir a los grupos, clase por clase, y con distancia entre los alumnos. En el San Francisco Javier, los estudiantes hicieron una pequeña fila a las puertas, ante la atenta mirada de padres y madres, y bajo la vigilancia de la Policía Local, que apenas tuvo que intervenir.

Desde la Sala de Pantallas del 092 informaron de que no se registraron retenciones ni problemas en el tráfico. El Concello estableció un dispositivo para evitar aglomeraciones, con 44 agentes repartidos -nueve más que el año pasado- en 22 centros públicos y privados de la ciudad. Además, el transporte escolar, que ha visto reducida su demanda, cuenta con un protocolo fijo. Los usuarios tienen que llevar mascarilla en todo momento, ocupar siempre el mismo sitio dentro del autobús, ponerse el cinturón y no compartir objetos con otros compañeros.

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A Coruña, una 'vuelta al cole' tranquila y con seguridad

"Con todo un verano para ir acostumbrándose", como exponía una madre ayer, los niños y niñas saludaban a sus compañeros y amigos con el codo, sin acercarse demasiado, aunque a alguno la mascarilla ya le molestaba a primera hora. "Va a ser mucho tiempo con ella puesta", comentaban unos padres en la acera tras despedirse de sus hijos. Se formaron algunos corrillos, como era de esperar, en los que cada uno explicaba su situación, sus quejas y cómo había sido el verano. Los más tranquilos, sobre todo por los "ánimos" transmitidos por los tutores, trataban de calmar a los familiares más nerviosos. Otros daban por hecho que puede pasar cualquier cosa, pero no por eso hay que ser alarmista. "Si se contagian, pues no pasa nada. Tenemos que vivir con esto", confesaba una madre.

Este septiembre en el colegio de Novo Mesoiro fue incluso más especial, pues es la primera vez que las clases se llenan de niños. La apertura no está exenta de polémica, pues madres y padres afectados y la ANPA Monte do Muíño han presentado un escrito ante la Jefatura Provincial de la Consellería de Educación para exigir el desdoble de un aula de 2º de Primaria que cuenta con 25 alumnos. Defienden que es un "ratio impropio para un aula de este nivel educativo en condiciones normales", por lo que con el Covid-19 es necesario "tomar más medidas". Las familias apuntan, además, que hay "aulas disponibles" para hacer desdobles.

La nota negativa del día, por otra parte, la protagonizó un padre en el colegio San Pedro de Visma. Fue detenido por la Policía Nacional después de que se negase a llevar mascarilla y enfrentarse a los agentes, a los que trató de golpear con una muleta. Así lo contó el director del centro, Juan Manuel Pérez, que aseguró que se estaba viviendo una jornada tranquila hasta ese instante. "Estaba siendo un día genial. Las familias y los niños siguieron todas las indicaciones y los recorridos que marcamos", detalló.

Este padre, nuevo en el centro, accedió a secretaría sin permiso y sin mascarilla. "Le pedimos que se la pusiese y se negó, dijo que no tenía por qué llevarla. Además, empezó a grabar con el móvil", apuntó. Ahí fue cuando el director decidió llamar a la Policía Nacional. "Creí que cuando viniesen los agentes, iba a calmarse, pero no, se puso más violento y amenazó a los policías", indicó. El hombre cogió una muleta "que hay en el baño adaptado junto a la secretaría" y trato de "golpear" a los agentes, momento en el cual fue detenido. Además, Juan Manuel Pérez presentó una denuncia por lo ocurrido.

El regreso a las aulas continúa hoy en centros públicos y privados con la apertura de los cursos de Primaria. En el Rosalía de Castro empezarán con una pequeña protesta para pedir que se reduzca el ratio en la clases y se incremente el profesorado. Diez personas representarán al grupo de padres y madres que piden estas mejoras, con el fin de no formar aglomeraciones y mantener la distancia de seguridad. Se concentrarán hoy, a las 09.30 horas, en la calle Pontedeume. Además, las familias reclaman la contratación de más personal de apoyo. Padres y madres de estudiantes de 5º de Primaria ya han remitido un escrito a la Inspección Educativa para el desdoblamiento de este curso y cumplir el protocolo de las autoridades sanitarias.