El informe del año 2019 de la Valedora do Pobo recoge que el ejercicio pasado se cerró con 208 quejas procedentes de vecinos e instituciones del Concello de A Coruña, una cifra muy inferior a las alcanzadas anteriormente. En 2018, la entidad dio entrada a 465 reclamaciones, casi un centenar más que en el año anterior, en el que se formularon 379 quejas. El descenso de los expedientes no afectó solo al Concello de A Coruña, sino que fue la tónica general en toda Galicia, ya que las quejas descendieron casi un 70% al cursarse 6.250 frente a las 20.807 gestionadas en 2018. La explicación a esta reducción en el número de expedientes radica en que, durante 2019, se presentaron más quejas colectivas que en ejercicios anteriores, cuando las denuncias llegaban individualmente, según explicó la titular del Alto Comisionado del Parlamento de Galicia, María Dolores Fernández Galiño, en la presentación de los datos.

Durante el año pasado, la entidad abrió un expediente de oficio para investigar qué estaba pasando en el comedor del Centro de Educación Especial María Mariño, después de haber recibido quejas de los usuarios y, también, de que la baja calidad del servicio fuese denunciada por el cocinero Alberto Chicote en un programa de televisión, en el que dejaba patente que la comida que se servía a los estudiantes no era la adecuada.

El programa se emitió a mediados de mayo y la oficina de la Valedora abrió la investigación apenas dos semanas después, pero no fue hasta el 15 de octubre cuando recibió la respuesta de la Consellería de Educación. Para entonces, señalaba que se acababan de adjudicar las obras necesarias para la instalación de una cocina y de un espacio de comedor en las dependencias del centro educativo, "con el objetivo de disociar la realización del servicio del sistema en el que se venía prestando" hasta ese momento.

La Xunta preveía que las obras finalizasen en diciembre del año pasado y que, en enero de 2020, "se incorporara una cocinera, mientras se contrataban en paralelo los servicios de nutrición y dietética". Y alegó que la renuncia de dos licitadores había provocado un retraso en la solución de este problema. Las obras se ejecutaron en la primera parte de este año y, según ha comunicado la presidenta de la asociación de madres y padres, Yolanda Cotelo, a este diario, están finalizadas y el centro cuenta ya con un cocinero para este nuevo curso, que les ha facilitado ya los menús y se ajustan, por fin, a las necesidades de los usuarios.

La oficina de la Valedora do Pobo recibió siete denuncias sobre la manera de proceder de la Universidade da Coruña -la segunda en la lista, tras la de Santiago, que recibió una queja más-. En una de las reclamaciones recibidas, la Valedora do Pobo falló a favor de una estudiante que, por ser víctima de violencia de género, se vio obligada a cambiar de identidad y necesitaba que se acreditasen sus estudios en la Universidade da Coruña con su nuevo nombre. La Universidade le cobró los trámites, algo que la mujer entendía que era discriminatorio, ya que había pagado en su momento todas las tasas. La Valedora do Pobo se posicionó en contra de la UDC y la obligó a devolver el dinero cobrado de más a la antigua estudiante.

Contra el Concello de A Coruña tramitó cuarenta quejas. Una de ellas por contaminación acústica derivada de un local de ocio nocturno. La investigación finalizó cuando el Concello facilitó a la institución unos informes técnicos en los que acreditaba "la correcta instalación del sistema limitador del establecimiento" y el refuerzo de la insonorización del local. A raíz de este expediente, según consta en el informe de la Valedora, se impulsaron inspecciones de verificación que efectuó la Policía Local para, finalmente, determinar que las deficiencias detectadas habían sido corregidas. Sobre contaminación acústica y limpieza viaria la oficina de la Valedora abrió dos quejas de oficio por el entorno de la calle Vista y por las inmediaciones de San Andrés y Cordelería. La Administración insta a seguir trabajando en la zona para poder conciliar el ocio nocturno con el descanso de los vecinos.

En cuanto a los problemas surgidos para la tramitación de ayudas Risga, de inclusión social, tras el cambio en la normativa, el Concello de A Coruña denunció el año pasado que no contaba con medios para "la elaboración de los convenios" y para poder, de este modo, adaptarse a los nuevos requisitos, aunque "trabajaba para remediarlo".

El Colegio de Abogados de A Coruña aceptó el año pasado una recomendación de la Valedora do Pobo para que, cuando designe los letrados de oficio en casos en los que haya menores implicados, el mismo profesional se haga cargo de todos los procedimientos abiertos, como puede ser el caso de un divorcio y de un proceso de abandono de menores. También aceptó otra recomendación para realizar más cursos formativos con el objetivo de que sus asociados adquieran especialización en materia de igualdad.

Durante el año pasado, siete menores extranjeros no acompañados y tutelados por la Xunta recurrieron a la Valedora do Pobo para decirle que la Subdelegación del Gobierno les había negado la cédula de inscripción, de modo que no podían acceder a su permiso de residencia en España. Seis de los casos, todos ellos de jóvenes marroquíes que llevaban más de un año residiendo en los centros tutelados de A Coruña y Ferrol, se resolvieron favorablemente.