Las direcciones de los conservatorios de la ciudad llevan "todo el verano" intentando adaptar sus centros a las nuevas medidas sanitarias. "A día de hoy tenemos todo más o menos organizado, pero estamos a la espera de lo que decidan sobre los horarios de los institutos", comenta el director del Conservatorio Profesional de Música, Jesús López Pardo. Al igual que su homólogo en el Conservatorio de Danza, Luciano Gómez, explica que estarían en disposición de habilitar grupos de mañana si, finalmente, sus alumnos tienen que asistir a sus clases de Secundaria y Bachillerato por la tarde.

No será tarea fácil configurar esos horarios, ya que se tiene que dar la circunstancia de que compartan horas libres por la mañana alumnos que cursen las mismas asignaturas y en el mismo nivel. Es decir, que haya suficientes jóvenes que tengan horario de tarde en el instituto -si finalmente la Xunta aprueba esta posibilidad- como para formar un grupo, por ejemplo, de piano.

"Con un alumno o con dos no podemos hacer una clase", relata López Pardo, que insiste en que las presentaciones para el inicio del curso en el Conservatorio Profesional está fijado para el día 21, pero que todo puede cambiar si no se deciden antes los horarios de Secundaria y Bachillerato.

En el Conservatorio de Danza, el inicio del curso está marcado el 23 de septiembre. "Como muchos de nuestros alumnos y alumnas vienen de colegios privados y concertados, que suelen salir más tarde, pedíamos que fuesen flexibles con los horarios, que les dejasen salir un poco antes de clase los días que tuviesen que venir al conservatorio, pero parece ser que no va a ser así, que no habrá esa flexibilidad", lamenta Gómez.

En danza han tenido que reformular no solo los espacios sino también las asignaturas. "Había una que era Paso a dos, en el que bailaban en pareja y ahora, al no poder mantener contacto no podrá ser igual", relata Gómez que, con todos los inconvenientes que se están presentando y que esperan que todavía puedan aflorar, está deseando que comience el curso "después de tanto tiempo", ya que el alumnado lleva seis meses sin ir a clase.

Sobre si ha bajado la matrícula, bien sea por la incertidumbre de cómo se va a desarrollar el curso o por miedo al contagio, Gómez explica que se mantiene "más o menos igual" que en años anteriores.

A falta de que se cierren los "complicados" protocolos que afectan a la enseñanza en los conservatorios, el director del centro profesional de música explica que están preparados para evitar contagios, así que, habrá asignaturas que se impartirán en formato "semipresencial" para que no coincidan todos los estudiantes de una misma materia en el aula, sino que se turnen para recibir las lecciones presencialmente. El protocolo final todavía no se ha enviado a las familias de los alumnos, de modo que López Pardo prefiere no avanzar cuáles serán esas asignaturas.

Sobre cómo cambiarán las clases en el conservatorio profesional, López Pardo indica que alumnos y profesores tendrán que mantener la distancia de seguridad, que no habrá grupos de más de doce estudiantes y que, además, tendrán que desinfectar los instrumentos antes y después de ensayar. Tendrán que introducir modificaciones para practicar, sobre todo, los combos, aunque confía en que todo salga bien.

Como en el centro de danza, ellos no pueden crear grupos burbuja, ya que sus estudiantes proceden de diferentes colegios e institutos, aunque intentarán que los componentes de sus aulas sean "lo más estables posible" para combatir, en la medida de sus posibilidades, el avance de la pandemia.

"La verdad es que nosotros tenemos problemas con los horarios todos los años, siempre dependemos de los institutos", zanja López Pardo, aunque este curso estos obstáculos se han multiplicado, toda vez que están a una semana de empezar las clases y no saben si todo el trabajo realizado en agosto -en el que sería su mes de vacaciones- y en estos días previos se podrá poner en práctica o si tendrán que rehacerlo sobre la marcha.