La Audiencia Provincial de A Coruña suspendió ayer el juicio a un hombre acusado de delito de lesiones graves para el que la Fiscalía pide más de diez años de prisión por la ausencia de un testigo en Cádiz a causa de problemas técnicos, ya que no pudo declarar por videoconferencia. La vista se celebrará el próximo 27 de octubre.

El acusado propinó un puñetazo a J.M.D.D., de 34 años, en mayo de 2016 en la calle Socorro tras una discusión de madrugada. Tras el golpe, la víctima cayó al suelo y ahora padece un síndrome cerebeloso y ataxia grave que implica la necesidad de moverse en silla de ruedas. El fiscal solicita para el procesado nueve años de cárcel y una indemnización de más de 350.000 euros.