El Gobierno local admite que la Oficina de Atención a las Víctimas del Franquismo, puesta en marcha en noviembre de 2018 en colaboración con la Universidade da Coruña, se encuentra paralizada, según contestó a una pregunta de Marea Atlántica sobre este departamento municipal. En esa contestación, el Ejecutivo local reconoce que la oficina, creada durante el mandato de Marea Atlántica, está cerrada y carece de personal, pero que está prevista su apertura a lo largo de este año.

También detalla que forma parte del trabajo de la cátedra de Memoria Histórica de la Universidade coruñesa y que la atención a las víctimas que la soliciten se prestará por la concejalía de Educación, que también tiene la competencia en Memoria Histórica. "Más allá del cartel en el despacho del concejal, no hay área de Memoria Histórica en este gobierno", manifestó el concejal de Marea Iago Martínez, para quien el caso de la Oficina de las Víctimas ejemplifica el "desinterés" del Gobierno local por esta cuestión, ya que considera que no existe un servicio de Memoria Histórica con personal propio.

Nombres de calles

Martínez, que presentó varias preguntas sobre esta materia para su respuesta en el próximo pleno, manifestó que el PSOE coruñés impidió durante el gobierno que compartió con el BNG el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, que Marea aplicó durante su mandato con el cambio de nombres a calles que rendían homenaje a personajes y hechos vinculados al franquismo.

También reprochó Marea que el expediente municipal para solicitar que la Casa Cornide sea declarado Bien de Interés Cultural, lo que impediría su venta por la familia Franco, todavía no se haya iniciado, según responde el Gobierno local, que detalla sin embargo que durante este año se entregará el informe solicitado al historiador Alfredo Vigo. "El trabajo administrativo para combatir el robo de la Casa Cornide aún está sin empezar, a pesar del precedente favorable que sienta el Pazo de Meirás", advirtió Iago Martínez, quien echó en cara también al Gobierno local la falta de actuaciones sobre la retirada de la simbología franquista que permanece en la ciudad.

El Ejecutivo municipal argumenta en su respuesta que antes debe recibir un informe encargado sobre este asunto, pero Marea reclama que intervenga de forma rápida y que convoque el Consello Municipal da Memoria Democrática para abordar el trabajo realizado sobre esta política a lo largo del presente mandato.