Dos policías locales se encuentran realizando una cuarentena preventiva a la espera de que se les realicen las pruebas PCR al haber estado en contacto con una persona contagiada de coronavirus que en ningún momento les advirtió de esta circunstancia. Otros dos agentes que participaron en la intervención ya se sometieron a esos tests, en los que dieron resultado negativo, por lo que desarrollan su actividad habitual.

Los hechos sucedieron el pasado fin de semana, cuando una patrulla acudió en auxilio de una mujer que solicitó ayuda a través del teléfono 092. Los policías, que posteriormente recibieron el apoyo de otros dos compañeros, acudieron a un domicilio, en el que encontraron a tres personas que acababan de regresar de una fiesta y detuvieron a una de ellas como presunta autora de un delito de violencia de género.

Según la información facilitada por la Asociación Profesional de la Policía Local, las tres personas se encontraban sin mascarillas y una de ellas había dado positivo en las pruebas del coronavirus, aunque no comunicó este dato a los policías, que permanecieron junto a ella durante veinte minutos y que cuando tuvieron conocimiento del mismo iniciaron un proceso de cuarentena.

La asociación profesional destaca que ese contagiado debería encontrarse en aislamiento y que se desconoce con cuántas personas pudo entrar en contacto a lo largo de la noche de fiesta que había pasado, por lo que hace un llamamiento a "la responsabilidad y el sentido común" de la ciudadanía. Manuel Freire, presidente de este colectivo policial, reprocha que la jefatura del cuerpo no informase al resto de compañeros del posible contagio de los agentes y que están "indignados" porque muchas veces son enviados sin protección adecuada a intervenciones en las que se sospecha que hay contagiados, por lo que asegura que los policías se sienten "desamparados".