Inicio del curso universitario incierto para alumnado y docentes. A cuatro días de la vuelta a las aulas, que darán comienzo este lunes, los estudiantes recibieron, en sus correos, una comunicación por parte de la Universidad en la que se les informaba de que la modalidad de la docencia no sería la acordada en junio y que muchas de las horas presenciales pasarían a la modalidad telemática o directamente variarían de horario.

Una decisión que ocasionó un gran revuelo entre el alumnado, que critica la falta de antelación con la que se tomó y comunicó tal determinación a los estudiantes, que deben reorganizar sus jornadas con menos de una semana de margen. "Pagué un piso en A Coruña para que me digan que solo voy a ir a la facultad a prácticas, y que en el segundo cuatrimestre no la voy a pisar", se quejaba uno de los estudiantes por redes sociales.

No es el único en esa situación. Las redes se llenan, estos días, de testimonios como el suyo, que afean a la Universidad el no haberse anticipado, hasta la semana anterior, a un escenario de rebrote que impidiese la presencialidad. El rector de la Universidad, Julio Abalde, asegura entender la indignación de los estudiantes, a quienes pide comprensión por la situación que atraviesa la sociedad en su conjunto. "Entiendo perfectamente la situación de los alumnos. Tenían una planificación y unos horarios, pero nos estamos adaptando todos a una situación sanitaria muy cambiante", declara el rector.

En un primer documento, remitido a los estudiantes el pasado mes de julio , se fijó la docencia como mayoritariamente presencial, dejando su organización a criterio de cada centro según sus propias necesidades. Los datos de contagios de agosto en el área sanitaria de A Coruña fueron, asegura Abalde, la principal razón que motivó el cambio de modalidad con tan poca antelación. "Las condiciones sanitarias cambiaron en agosto. A principios de septiembre, tuvimos una reunión con los decanos y directores de centros, y les recomendamos que cambiasen la modalidad manteniendo los horarios, y que era fundamental que tuviesen un canal de información rápida y fluida con los estudiantes, de forma que las modificaciones se comunicasen", relata Julio Abalde.

Tras dicha reunión, cada centro reorganizó de forma autónoma sus planes de estudios, una circunstancia que, asegura el rector, puede ser provisional en función del avance de la pandemia. "La situación va a ser revisada constantemente. Si dentro de 15 días mejoran los datos, se podría retomar lo previsto anteriormente en los centros", asegura. El rector fija el reto, en cualquier circunstancia, en mantener la calidad de la docencia telemática, en el caso de que sea necesario recurrir a ella, y en asegurar que las materias se impartan de forma adecuada. "Estamos haciendo un esfuerzo importante de formación en nuevas tecnologías. Queremos garantizar que la actividad docente no se paralice en ningún caso", asevera.

El alumnado, por su parte, considera que las cosas pudieron haberse decidido y comunicado mejor. Los estudiantes de Derecho manifiestan haberse enterado del cambio en la modalidad por redes sociales, y que hasta ahora todavía no han recibido información oficial al respecto por parte del decanato. "Hay gente que tiene los pisos alquilados, y se encuentra, a una semana del inicio del curso, con que solo tienen que ir a clase un día a la semana, que el resto es online", ejemplifica Lucía López, alumna del doble grado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas. "Tenemos siete horas de clase al día por la tarde, sin descansos. Debería reconsiderarse, ya que se estableció así cuando las clases iban a ser presenciales", propone.

La mayoría de las facultades ha optado por limitar la docencia presencial completa al primer curso de las titulaciones, debido a que el alumnado nuevo no conoce la Universidad y precisarán más orientación que en cursos superiores. Así se hará en Sociología, donde además las clases serán presenciales desde un inicio en cuarto curso, y en facultades como Ciencias, Fisioterapia o Arquitectura. Para el resto de cursos, la docencia de las materias teóricas se impartirá por la vía telemática, no así las prácticas y las asignaturas interactivas, que serán presenciales en grupos reducidos para todos los cursos.

Facultades como la de Educación, sin embargo, han preferido poner en práctica un modelo híbrido en todos los cursos, que no ha tenido que sufrir variaciones desde que lo anunciaron a su alumnado en julio. En el caso de los másters, la mayoría se impartirá de manera presencial en casi todas las facultades, ya que suelen estar compuestos por un reducido número de alumnos, con lo que es posible mantener la distancia de seguridad recomendada de metro y medio.