Con la llegada de la pandemia, ¿tuvieron que paralizar proyectos que tenían en marcha o están consiguiendo cumplir todos los objetivos que se habían propuesto?

Seguimos con los planes de futuro que teníamos. Vamos a trabajar duro porque no nos va a caer nada del cielo. Solo conseguiremos los objetivos si trabajamos mucho y con el apoyo de las instituciones y de las personas interesadas en que la Sinfónica siga creciendo. Una cosa está clara, en el Coliseum tenemos una posición diferente, no solo entre nosotros, sino también con la gente de A Coruña. Aquí puede venir un público diferente y eso para nosotros es muy importante. De momento, no podemos tocar en el Palacio de la Ópera, pero aquí buscamos un público nuevo y le abriremos las puertas.

¿Habrá entonces otros conciertos diferentes y únicos?

Sí, ya tenemos algunos pensados, pero por ahora no puedo contar más. Vamos paso a paso, pero queremos ver a más gente. Ya tenemos bastante público joven y pensamos en las formas para ofrecer algo más que un concierto de la Sinfónica, una experiencia diferente.

Este primer concierto de la temporada, que tiene una gran exigencia musical, la novena de Mahler, se lo dedicarán a su compañero recientemente fallecido John Aigi.

Es el primer concierto de temporada que tocamos sin él y hemos ensayado mucho. Esta sinfonía tiene una carga muy fuerte de emoción. Mucha gente dice que es sobre la muerte. Es la última sinfonía que Mahler escribió completa y él, que ya entonces sabía que estaba enfermo del corazón, seguro que pensaba mucho en ella. A mí no me gusta demasiado hablar sobre esta obra porque es, probablemente, la única obra de música orquestal que tiene una razón muy clara. La gente, normalmente, conecta con una idea de que va de un punto a otro y que se termina y Mahler va un poco más allá No es solo la tragedia de la gente que se murió sino que es el fin de algo con mucha luz. No es oscura, es muy luminosa. Y, como hay mucha luz, no hay un punto final. Deja un espacio para continuar. Aigi se fue muy rápido, yo todavía no estoy de acuerdo con esto, porque hace tres meses él estaba con nosotros y ahora ya no está. Se necesita más tiempo para poder procesar esto, por eso, esta música no solo nos ayuda a nosotros a sobrellevarlo sino también a la gente que la está escuchando, para sentir que no es el final.