El Gobierno local anunció durante el pleno de ayer su decisión de no elaborar unos presupuestos para 2021 y optar por prorrogar los actuales. Lo justifica por el "alto grado de incertidumbre" y la previsión de que haya un fuerte descenso en la recaudación fiscal municipal y en la participación en los ingresos del Estado. "Aún no somos conscientes de las consecuencias económicas de la pandemia", esgrimió el concejal de Facenda y portavoz del Ejecutivo, José Manuel Lage, quien destacó que las cuentas de este año, de 260 millones, se incrementaron con 58 millones procedentes de inversiones no realizadas en años anteriores.

El anuncio recibió un reproche unánime de toda la oposición, ya que se produjo como respuesta a una pregunta del BNG sobre la confección del nuevo presupuesto y sin que hubiera sido expuesto previamente, cuando en las últimas semanas todos los grupos expresaron su preocupación por el retraso en la negociación por parte del Ejecutivo. La pasada semana la alcaldesa, Inés Rey, declaraba que, como "gobierno en minoría", la negociación de las cuentas se haría, "como siempre", "con el máximo diálogo" y dentro de los "acuerdos de mandato que siguen vigentes".

Lage explicó ayer que con esta decisión se trataba de evitar la " performance" que a su juicio sería la negociación durante tres meses de un presupuesto que "en ningún caso sería un buen presupuesto". También manifestó que, debido a la cuantía del actual con la incorporación de los remanentes, "está pensado para ejecutar en dos años" y que se prorrogará "hasta que podamos tener un presupuesto mejor", aunque fuentes municipales señalaron a este periódico que se da por hecho que esa situación no se producirá durante el próximo año.

Estas mismas fuentes detallaron que el Gobierno local calcula que la caída de los ingresos del Concello podría llegar hasta los 21 millones y que una gran parte de las inversiones de este año no se ejecutarán a causa de la pandemia. El Ejecutivo socialista prevé incorporar a las cuentas de 2021 un nuevo plan de choque económico y social contra la pandemia como el puesto en marcha este año, así como introducir inversiones para nuevos proyectos a través de modificaciones presupuestarias que deben ser negociadas con la oposición. También tendrá que recibir el respaldo de otros grupos el programa de subvenciones a entidades sociales, ya que la prórroga de las cuentas no implica su continuidad, aunque se da por hecho que no habrá dificultades para aprobarlo.

Críticas de la oposición

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Para Martín Fernández Prado, concejal del Partido Popular, la falta de un nuevo presupuesto revela la "poca ambición" del Gobierno local, ya que estimó que "hace falta más que nunca" ante las necesidades originadas por la pandemia. Vaticinó que por la caída de los ingresos habrá una gran deuda "que pagarán las generaciones siguientes" y recordó que el presupuesto de 2020 era para un año sin crisis.

La primera reacción de Marea Atlántica llegó de la mano de Alberto Lema, quien atribuyó la renuncia a un nuevo presupuesto a que el Gobierno local es una "confederación de familias socialistas incapaces de ponerse de acuerdo entre sí" y calificó de "escandalosa" la forma en que se anunció. Lema dijo que la ciudad es "prisionera" de los problemas del PSOE y tildó de "increíble" que se denomine una performance al diálogo entre los partidos. La portavoz de este grupo, María García, afeó que no haya un presupuesto para afrontar una "crisis sin precedentes" y lo interpretó como un indicio de la "soledad" del Gobierno municipal, al tiempo que acusó a los socialistas de incumplir las tres cuartas partes de los acuerdos de investidura y del presupuesto de este año.

El BNG no tuvo ocasión de intervenir en el pleno tras este anuncio, pero su portavoz, Francisco Jorquera, ya había comentado que el retraso en la elaboración de las cuentas podía ocultar el deseo de prorrogar las actuales o de que hubiera una "negociación exprés para forzar un trágala" y calificó de "malas" ambas posibilidades. Jorquera consideró imprescindibles unos nuevos presupuestos para luchar contra la crisis y que además sean buenos. "Los presupuestos de un año no valen para el siguiente", advirtió el edil nacionalista, para quien unos prorrogados son un "síntoma de debilidad e de incapacidad de diálogo por parte do Gobierno Local".