La undécima edición de la Mostra de Cinema Periférico (S8) finaliza hoy y lo hace con la satisfacción del trabajo bien hecho. El codirector del certamen, Ángel Rueda, confiesa que ha sido "agotador" llegar hasta aquí, después de la cancelación en mayo por el coronavirus, pero el S8 ha demostrado "que la cultura es segura y es un alimento para el alma". "Decimos que hemos hecho tres festivales. El primero, que era el de mayo, que ya estaba cerrado; y los dos de ahora, uno presencial y el otro online", explica.

Presentado como una primavera que el confinamiento le ha robado a todos, el S8 se cierra hoy con Sinais de Adrián Canoura, los Desbordamientos de Miwa Matreyek y la Instalación de Teruo Koike. Además, habrá un último encuentro profesional dentro del Observatorio con la participación de la directora del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, Beatriz Navas; el director de Políticas de Márketing del mismo centro, Tito Rodríguez; la coordinadora de Política Audiovisual de la Axencia Galega das Industrias Culturais, Dolores Meijomín; y el programador Jorge Rivero. "Hemos dado un paso adelante, posicionándonos con una propuesta muy vanguardista", señala Rueda, que considera que la "atracción del festival" se ha demostrado con la "presencia de gente de Madrid, Asturias o Andalucía".

A partir de hoy y durante 48 horas, el festival liberará el contenido online que ha creado para esta edición, que también ha contado con un formato digital para todos aquellos que no se han podido desplazar hasta A Coruña por la situación actual. El codirector reconoce que ha sido "arriesgado" pero, a su vez, ha valido la pena. "Ha habido mucho interés. Sobre todo a nivel internacional. Japón se ha vuelto loco con nuestros programas", indica, todavía "sorprendido" por la buena acogida.

Rueda afirma que esto demuestra que "hay que apostar por la cultura", ya que es "un motor de futuro". "Hay formatos que vienen para quedarse, como el digital, aunque nunca abandonaremos la presencialidad", sentencia, e indica que, aunque sea a través de una pantalla, A Coruña siempre está presente. "Hemos grabado en el jardín de San Carlos y en la Torre de Hércules. Los programas están ambientados en espacios de la ciudad. Este festival único es aquí, en A Coruña, y cada vez tiene más repercusión", analiza.

El codirector del S8 afronta el futuro "con ilusión" y apuesta por el cine como una herramienta "para desconectar de esta realidad tan fea". Ese toque de motivación y optimismo es lo que ha querido "aportar", una vez más, la Mostra de Cinema Periférico, que ha elegido como escenarios la Fundación Luis Seoane, la sala Palexco y la Domus.