El Gobierno local anunció durante el pleno del pasado jueves que no elaborará un nuevo presupuesto para 2021 y que prorrogará el actual. El portavoz del Ejecutivo, José Manuel Lage, también concejal de Facenda, justificó la decisión por la fuerte caída de los ingresos tributarios del propio Concello y los del Estado, que transfiere cada año a los ayuntamiento una parte de su recaudación. La incertidumbre económica es el argumento empleado por Lage para tomar una decisión que tendrá unas consecuencias para la vida municipal que a continuación se detallan.

¿Es habitual que se produzca una prórroga presupuestaria? Muchas administraciones se ven obligadas a adoptar esta medida cuando no consiguen aprobar a tiempo las cuentas del año siguiente, especialmente si deben negociarlas con otras fuerzas políticas. En el caso de A Coruña debió hacerse en 2016 hasta que en mayo se aprobó el nuevo presupuesto. En 2017, tras perder el alcalde Xulio Ferreiro la cuestión de confianza y no presentarse moción de censura, quedó prorrogado hasta marzo, cuando entró en vigor uno nuevo. En 2018 estuvo en esa situación hasta que se aprobó uno en febrero y en 2019 permaneció todo el ejercicio por la negativa del PSOE a apoyar el documento de Marea. En 2020 estuvo prorrogado otra vez hasta febrero, fecha en la que dio el visto bueno a uno nuevo.

¿A qué afecta la prórroga de las cuentas? La continuidad del presupuesto no tiene implicaciones para el funcionamiento de los servicios municipales, ya que las partidas necesarias para su funcionamiento se mantienen, al igual que aquellas destinadas a costear el salario de los trabajadores del Concello. El presupuesto prorrogado impide sin embargo llevar a cabo nuevas inversiones que no hubieran sido programadas, aunque permite continuar aquellas que se hubieran iniciado el año anterior y cuya conclusión estuviera prevista en el siguiente. También están afectadas las subvenciones y ayudas otorgadas por la administración municipal a entidades sociales, culturales y deportivas, que no pueden renovarse de forma automática. También es necesario aprobar previamente los nuevos tributos, tasas y precios públicos municipales, que financiarán parte de los gastos incluidos en el presupuesto, salvo que el Gobierno local decida congelarlas.

¿Cómo se resuelven esos problemas? Si el Gobierno local quiere poner en marcha nuevas inversiones en la ciudad, debe recurrir a modificaciones presupuestarias que se financian con remanentes de ejercicios anteriores. El portavoz del Ejecutivo coruñés, José Manuel Lage, informó en el pleno del jueves que el Concello podrá disponer el próximo año de 58 millones que no fueron invertidos en otros años. En cuanto a las subvenciones que se conceden, puede suscribir nuevos acuerdos con las entidades a las que habitualmente apoya o a otras nuevas.

¿Qué respaldo se necesita para aprobar estas modificaciones presupuestarias? La normativa establece que el Gobierno local solo precisa de mayoría simple para dar vía libre a estos cambios, pero el número de votos de que dispone en el pleno, diez con la exedil de Ciudadanos, le obliga a que al menos el mismo número de concejales de la oposición se abstengan. Marea Atlántica se vio en una posición similar durante el pasado mandato, ya que también contaba con diez escaños, lo que permitió que el voto conjunto de PP y PSOE modificase la propuesta de presupuesto que presentó en 2016. Socialistas y populares mantienen una postura común sobre las subvenciones a entidades, por lo que es previsible que no haya problemas para aprobarlas, pero las dificultades pueden surgir al diseñar nuevos proyectos de inversión.

¿Cómo incidirá la actual crisis en el presupuesto prorrogado? Los grupos de la oposición reclaman que el próximo año se apruebe un nuevo plan de choque municipal contra la pandemia para paliar los daños sociales y económicos causados en la ciudad. El Gobierno local ya anunció que está dispuesto a elaborarlo, pero el consenso alcanzado este año se augura más difícil de lograr en esta ocasión.

¿Influirá la situación política municipal en las negociaciones? La indignación en la oposición por la forma en la que se anunció la prórroga de las cuentas, en un pleno sin previo aviso y sin posibilidad de réplica, seguramente variará la actitud de Marea y BNG, que hasta ahora respaldaron todas las iniciativas socialistas desde la investidura de la alcaldesa, incluido el presupuesto de 2020. La primera de estas fuerzas reaccionó de inmediato recurriendo el nombramiento de Mónica Martínez como concejal de Deportes al estimar que la actual integrante del grupo mixto es una tránsfuga, ya que fue elegida en la candidatura de Ciudadanos y ahora forma parte del Gobierno local.