El traslado de parte de la actividad de Repsol al puerto exterior sumará esta semana un nuevo paso adelante. El Concello de A Coruña otorgará a la multinacional energética la licencia para ejecutar en la refinería de Bens una obra con la que conectará sus instalaciones químicas con las tuberías del poliducto que la propia empresa construirá para enlazar el complejo industrial con la dársena de punta Langosteira. El conjunto de las modificaciones que es necesario hacer en la refinería supondrán una inversión de 7,9 millones de euros, apuntan fuentes de la compañía.

La autorización será aprobada el jueves en la Junta de Gobierno Local y será la segunda que el Ejecutivo de Inés Rey concederá a Repsol en el último mes, después del permiso otorgado por el Concello para construir el poliducto una vez que la empresa finalice el traslado y reposición de un petroglifo hallado en el entorno de Nostián por donde discurre el trazado de la infraestructura. El Ayuntamiento de Arteixo ya había concedido a la empresa la licencia para el poliducto hace justo un año.

La ejecución material de la obra para la que ahora Repsol obtiene permiso tendrá un coste estimado de unos tres millones de euros, indican las fuentes de la empresa, al que hay que añadir otros gastos de ingeniería y organización hasta llegar a los casi ocho millones. Su finalidad es llevar a cabo una serie de modificaciones necesarias en la refinería que permitan conectar las instalaciones químicas con los once tubos de los que constará el futuro poliducto de 3,8 kilómetros de longitud (1,3 en terrenos del municipio coruñés y 2,5 en suelo de Arteixo). Estos cambios se realizarán de forma coordinada con las demás intervenciones previstas en el complejo de Bens.

El proyecto de traslado de las operaciones de crudo de Repsol al puerto exterior de punta Langosteira se completará con el poliducto y sus instalaciones auxiliares y estas modificaciones en la refinería. Cada actuación deberá estar finalizada por completo para dar por concluido el traslado, explica la empresa. Repsol invertirá en total 126 millones de euros en la operación, según lo recogido en el acuerdo firmado por la Autoridad Portuaria y la compañía petrolera en octubre de 2013, que establecía que la mudanza de más de la mitad de su actividad desde los muelles urbanos se completaría en abril de 2018.

Repsol tiene en marcha por una parte la obra civil marina para la descarga de crudo en Langosteira, adjudicada en julio de 2018 por 25,4 millones de euros a Sacyr Infraestructuras. El contrato incluye el diseño, suministro, construcción y puesta a disposición del pantalán de descarga de crudo para buques petroleros, de 520 metros de longitud y con una profundidad del lecho marino de entre 30 y 35 metros.

Una vez finalizada la obra marina se deberá llevar a cabo el equipamiento del pantalán, que incluye la dotación de brazos de descarga de crudo, sistemas de atraque, pasarelas de acceso, sistemas integrados marinos y defensas. También se desarrollarán instalaciones auxiliares, como dotaciones del pantalán, edificios o subestaciones, además de un sistema de bombeo y regulación para el envío del crudo desde el puerto exterior a la refinería.

La obra del poliducto por el que el crudo llegará desde la refinería hasta la dársena exterior, para la que el Concello acaba de dar licencia, se pondrá en marcha cuando Repsol inicie en siete fases, y durante un periodo estimado de 50 días, la retirada temporal y posterior reposición del petroglifo hallado el año pasado en la zona de Nostián. Se trata de unos restos arqueológicos consistentes en marcas en unas piedras documentados en 1979 y recogidos en un artículo en 1996. La empresa asumirá este actuación después de que Patrimonio de la Xunta autorizase el mes pasado el proyecto elaborado para su ejecución y hacer así compatible la permanencia del petroglifo con la instalación del poliducto.

Esta estructura fundamental para la operatividad de Repsol en el puerto exterior discurrirá 2.500 metros por el municipio de Arteixo y 1.300 por el de A Coruña. Partirá de Langosteira y bordeará por el sur el núcleo rural del puerto de Suevos. Después bajará hacia el entorno del campo de fútbol. A continuación irá en paralelo a la autovía de acceso a la dársena hasta entrar en el término municipal de A Coruña, donde llegará a la refinería por las proximidades del núcleo de Nostián. El poliducto medirá diez metros de ancho por los que pasarán once líneas y dos más para los trabajos de vigilancia y mantenimiento. En paralelo al trazado se instalará un sistema de fibra óptica y una línea de alimentación eléctrica. Su construcción durará alrededor de un año.