La prolongación de la avenida Alfonso Molina tras dejar atrás el puente de A Pasaxe se convierte en la AC-12 (la antigua N-VI) a su paso por Perillo (Oleiros), otro vial de alta densidad de tráfico que separa márgenes con viviendas y negocios. Ahí sí hay dos pasarelas peatonales, ambas con ascensor y escaleras en cada extremo, y se inauguraron el mismo día, el pasado 19 de diciembre. La administración competente fue el Estado a través del Ministerio de Fomento (hoy llamado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana), que tardó casi un año en ejecutar la obra, iniciada en diciembre de 2018. Los vecinos de Palavea y Pedralonga se preguntan por qué la misma administración tarda mucho más tiempo en diseñar y construir la pasarela que habrá de unir los dos barrios.

La pasarela que conecta el polígono empresarial de Agrela con el centro comercial Marineda City es otro ejemplo al que aluden los vecinos para comparar los tiempos que se invierten en infraestructuras que tienen el mismo objeto, facilitar la movilidad peatonal. "¿Somos menos importantes unos vecinos que otros?", se queja María López, presidenta de la entidad vecinal de Pedralonga.

La pasarela sobre la carretera de Baños de Arteixo tardó un poco más de tiempo que las de Perillo en ser terminada, más de año, aunque se había anunciado en 2016. Su titular no es el Estado sino la Xunta, que la inauguró en diciembre de 2019. Seis meses después de abrir ya estaba en obras.