"La defensa no ha hecho más que mentir,", declaró a los medios de comunicación antes del inicio de la vista Jonathan, uno de los hijos de la víctima, para quien "nadie en su sano juicio le corta el cuello a una persona" para ayudarla a suicidarse. Acusó a su padrastro de "mentiroso, maltratador, infiel y asesino" y defendió que se le condene a prisión permanente revisable porque "no se puede soltar a este tipo de gente". Según dijo, le contó que ambos estaban enfermos de cáncer y negó que hiciera falta un móvil del crimen, como argumentó la defensa. "No hay que hablar de móvil, existe la maldad y este hombre es la prueba de ello, vive de hacer el mal a los demás y de sentirse superior", afirmó.

Para Jorge Vila, que representa a la acusación particular que ejercen los hijos de Judite, la defensa de Ramón "vende un suicidio asistido", pero advirtió que "esto no es Mar adentro", en referencia al suicidio de Ramón Sampedro. En su opinión se utiliza como coartada "a una mujer vejada y que estaba en estado grave" y reclamó la prisión permanente al considerar "indigno" que el acusado "podría salir mañana a la calle si fuera suicidio asistido porque lleva más de dos años de cárcel".