Noelia Santos pone voz a Aretha Franklin en el grupo Freedom: the very best of Aretha Franklin, la banda tributo coruñesa que lleva hoy a las 20.30 horas al escenario del teatro Colón los clásicos de la gran diva del soul.

El del Colón será su segundo concierto tras el confinamiento. ¿Impone el escenario?

Impone bastante, sí, pero nos enorgullece mucho. Es un escenario de los que apetece ir. Tal y como fueron las cosas estos meses, en los que tantas cosas se fueron truncando, cogemos esta actuación con más ganas casi que la primera vez que se anunció. Cada evento que se mantiene en pie es como un triunfo.

Aunque está acompañada de coro y músicos, como cantante principal de la banda, el reto de interpretar a Aretha es mayúsculo.

El reto es mayúsculo, sí. Empezando por la homenajeada, que ya no es un reto menor. Ni para mí ni para mis compañeros, aunque al final se enfoque todo en ella. A título personal, supongo que hablo en voz de todos, hacerlo en el Colón es especial, porque es un escenario que representa a la ciudad. Para prepararse psicológicamente, para mí es esencial la calma. Es un método que intento aplicar siempre, necesito calma para llegar a la concentración y soltar luego la energía.

Además de la voz, para versionar a Aretha Franklin, ¿hace falta creérselo mucho?

Evidentemente. Aretha Franklin no era Aretha Franklin solo porque diese esas notas, eso es un mito, si fuese tan fácil... No solo era la voz lo que representa a Aretha. Hay grandísimas cantantes de soul que se mueven en esos registros. No era eso lo que hacia especial a Aretha, ella desdoblaba su personalidad, transmitía verdad, para resumir. No se resume pronto, no es fácil. A través de todas sus notas, era tan de verdad que no podías permanecer quieto ante eso. Es esa autenticidad y verdad lo que representa su estilo.

¿Una autenticidad que se esfuerzan por proyectar en el escenario?

Sí, por eso es esencial la concentración. Intentamos hacer un homenaje humilde, real, desde la perspectiva de la autenticidad, intentando usar sus armas, siempre, pero también intentando dejar nuestro granito de arena personal.

¿Cuál es ese granito de arena que aporta Freedom?

Nuestro sello es girar sobre la misma idea de autenticidad, y respeto. Creértela, sentirla e intentar representar lo que ella representaba. Nuestra forma de hacerlo es esa, ser fans reales, entenderlo y transmitirlo.

Acostumbrados al calor y a la proximidad del público, ¿qué esperan encontrar en tiempos de distanciamiento?

Es una situación tan extraña, que en el fondo lo que estamos es ansiosos por vivirla. Después de todo esto, a pesar de que habrá distancia y no será lo de siempre, la música tiene que seguir, el espectáculo debe continuar. No solo a título personal, la profesión necesita continuar. Hemos demostrado que se puede hacer de forma segura. Hay pequeños ajustes con respecto a antes del confinamiento, pero en el global de las cosas, lo importante es que los músicos se suban al escenario, el público se siente y podamos comunicarnos.

En su público, ¿hay relevo generacional en lo que respecta al gusto por la gran diva?

Hay relevo generacional, en los fans de la música siempre va a haber relevo. Tú no puedes ser un aficionado a la música y pasar por encima de un personaje del calado de Aretha Franklin sin impactarte. Cada uno tiene sus preferencias, pero hemos visto a gente muy joven delante del escenario quedarse enganchados, algunos incluso desde el desconocimiento.

Tocan los clásicos, como Respect

Si eres melómano los conoces, la gente suele reconocer los más streaming. Aretha tiene tantos clásicos que intentamos que todos esos clásicos menos conocidos se pongan a la altura de Respect o Think, porque lo están.