La Cámara de Comercio de A Coruña calcula en 3,2 millones de euros los perjuicios económicos causados el pasado mes de agosto a la ciudad por el denominado caso Fuenlabrada y menciona como los sectores más afectados a la hostelería, el comercio, el turismo y los servicios. En un informe, la entidad empresarial aprecia una caída de las pernoctaciones superior al resto de localidades turísticas gallegas, cuando en julio los resultados habían sido similares y atribuye ese fenómeno al "efecto negativo" generado por la presencia en la ciudad de los jugadores y técnicos del Fuenlabrada a final de julio tras haber viajado con varios contagiados de coronavirus.

La Cámara estima que se perdieron casi 18.000 pernoctaciones más que en el resto de localidades gallegas y cifra en 1,2 millones la facturación hotelera perdida y en 563.000 euros el lucro cesante, aunque esta última cantidad no la suma al impacto final. A esto hay que añadir que el gasto medio diario por turista descendió en 2,03 millones.

Entre las empresas más afectadas se señalan el Hotel NH Collection A Coruña Finisterre, donde se alojó el Fuenlabrada, Iberia Líneas Aéreas, con la que voló el club madrileño, y el aeropuerto de Alvedro. La Cámara destaca los perjuicios causados al Deportivo, del que dice que al no poder jugar contra el Fuenlabrada al mismo tiempo que el resto de clubes sufrió "una desventaja competitiva".

El descenso, añade la Cámara, hace que esta temporada tenga menores ingresos televisivos y por socios, se haya visto obligado a la venta forzada de jugadores devaluando su precio de traspaso, a abonar unos salarios excesivamente elevados para la categoría, tener menores ingresos por productos de mercadotecnia y una devaluación de la marca.

El caso Fuenlabrada se inició el 20 de julio, pocas horas antes del partido que el club de esa ciudad madrileña debía disputar contra el Deportivo y en el que la entidad coruñesa se jugaba la permanencia en Segunda División. La existencia de seis positivos por coronavirus en la expedición, que se alojaba en el hotel Finisterre, llevó a la Liga de Fútbol Profesional y la Federación a aplazar el encuentro, a pesar de que la jornada tenía horarios unificados para evitar que los clubes con intereses en juego pudieran gozar de ventaja al conocer el resultado de sus rivales.

Los jugadores del Fuenlabrada tuvieron que permanecer confinados en una planta del Finisterre hasta el 31 de julio, día en el que abandonaron el hotel los últimos en dar negativo en las pruebas. Durante esos días, uno de los jugadores tuvo que ser trasladado temporalmente al hospital ante el empeoramiento de su estado. El Finisterre vio caer sus reservas en picado, al igual que otros hoteles de la ciudad.

La reacción municipal fue personarse en la investigación abierta por la Fiscalía para determinar si hubo responsabilidades por parte del Fuenlabrada y LaLiga al permitir que viajasen a A Coruña los miembros del club sabiendo que había posibilidad de que algunos de ellos estuvieran contagiados.