Las caídas en el paseo marítimo por culpa de los raíles del tranvía son constantes. Coches y motos que resbalan, sobre todo en días de lluvia, y ciclistas que pierden el control. Es el caso de Antonio Abarrategui, que este año tuvo un accidente con su bicicleta cuando circulaba por esta zona. "Iba despacio, pero la rueda derrapó y me fui al suelo", relata.

Fue un "golpe fuerte" y agradece que, por fin, el Concello decida pavimentarlo, aunque solo sea del lado más próximo al mar. "Menos mal que lo tapan, yo me rompí el peroné", señala Abarrategui, que también sufrió daños en el ligamento cruzado. Una lesión que le obligó a guardar reposo y dejar la bicicleta a un lado. En Twitter también se pueden encontrar testimonios y fotografías de otros accidentados que se han caído por culpa de estos raíles en desuso.