Hace ahora seis años, el Gobierno local del Partido Popular se planteaba la demolición de la estructura de hormigón existente en As Xubias de Arriba y que se encuentra abandonada desde hace décadas. Pasado ese tiempo, el esqueleto continúa en el lugar, muy próximo al centro de educación especial Santiago Apóstol y a la carretera de acceso a As Xubias de Abaixo, y el actual Ejecutivo municipal acaba de informar a los vecinos de Os Castros y As Xubias que estudia llevar a cabo ese trabajo, aunque no dispone de una fecha concreta para realizarla.

Los residentes en ambos barrios coinciden en que la estructura es aprovechada para la realización de botellones y para que jóvenes se reúnan en ese lugar, lo que, además de generar molestias por el ruido a las viviendas más próximas, supone un peligro para quienes se internan en el edificio, ya que la falta de elementos de protección puede provocar caídas.

El inmueble se encuentra en una parcela de propiedad municipal, aunque su construcción no fue promovida por el Concello, sino por una empresa privada. Aunque entre los vecinos de la zona se asegura que la estructura iba a ser un aparcamiento, un vistazo a la estrecha y angulosa pasarela que le sirve de acceso permite comprobar que difícilmente un vehículo podría girar en semejante lugar, por lo que el fin de la construcción debió ser otro.

La Axencia de Protección da Legalidade Urbanística, entidad dependiente de la Xunta, tuvo en su punto de mira la destrucción de este esqueleto, pero tampoco ella tomó finalmente la iniciativa. La parcela formaba parte del polígono urbanístico Xubias de Arriba, del que también forma parte el edificio que albergó la discoteca Pachá y otras propiedades del entorno y en el actual plan general está integrado en el Área de Planeamiento Incorporado Ría do Burgo.

La puesta en marcha de esa actuación supondría la demolición del inmueble, pero por el momento los propietarios de los terrenos no han tomado ninguna decisión al respecto, por lo que si el Concello no se adelanta, puede permanecer allí todavía durante largo tiempo. El esqueleto está rodeado por numerosos árboles, tanto de la propia parcela en la que se halla, como del área de recreo que la separa de la carretera de As Xubias, por lo que hay que adentrarse en esta última para apreciar con claridad sus dimensiones.