La empresa municipal de aguas, Emalcsa, asegura que la turbidez que se aprecia en el suministro en los últimos días en algunos barrios de la ciudad no afecta a la potabilidad, ya que el agua cuenta con las garantías necesarias para el consumo humano.

Según la compañía, el color que presenta el agua se debe a la entrada en servicio de conducciones que durante el verano no tienen actividad por existir un consumo menor, de forma que al ponerse de nuevo en funcionamiento se produce un arrastre de partículas acumuladas en ellas.

La turbidez del agua suscitó quejas de vecinos de puntos de la ciudad como Eirís, donde la coloración del líquido alarmó sobre su posible insalubridad. Este mismo fenómeno se produce en los periodos de sequía prolongada en la comarca coruñesa hace que el nivel del agua en el embalse de Cecebre descienda por debajo de los límites habituales, ya que el suministro acumula una cantidad de partículas superior a la normal.