El tema Dark Sienna, compuesto por el compositor británico Brian Eno, ya tiene una imagen que acompañe a sus notas: se trata de Sea&Fog, una secuencia captada en la costa Ártabra por el realizador coruñés Juan Lesta. El nombre de la pieza aporta, si no toda, el grueso de la información del vídeo, que arroja, durante los 3.46 minutos que dura la composición, la imagen de las olas del mar meciéndose ante un horizonte desdibujado de niebla gris. El suyo es uno de los trabajos seleccionados por el sello Deutschegrammophon, que puso en marcha la web Mixing Colours para elegir los vídeos de los 25 temas del nuevo disco del británico.

¿Por qué escogió la zona de la costa ártabra para el vídeo?

Es una zona que frecuento bastante. Desde que las cámaras de los móviles son tan potentes, voy capturando momentos interesantes todo el rato. Estuve acumulando material sin una finalidad clara, a base de ir recopilando material surgen proyectos u oportunidades y ves que tienes cosas que encajan. Iba generando un archivo que vi que podía funcionar. Entre muchas tomas que tengo muy similares, con diferentes texturas de mar, esa me pareció interesante porque, realmente, la información que doy en la imagen es mínima. Hay un momento en el que se desdibuja el cielo del mar. Cuando iba a hacer el ajuste de color, me di cuenta de que no había información, estaba muy cercano a lo mínimo que puedes contar.

¿Qué cree que hizo de este vídeo uno de los escogidos?

Creo que la simplicidad, es muy mínimo lo que pasa. Es, también, una contemplación relajada. Es suave visualmente, y suave de ritmo. Es como un mecerse, está continuamente pasando algo pero no vas a ningún lado. Estás observando la belleza que puede haber en unas olas al no haber elementos que te distraigan. Tengo unas tomas de ese mismo plano en el que pasan unos pájaros, pero no me parecía relevante darle ese protagonismo a unos pájaros que pasan, sino que simplemente no haya nada. Transmite la sensación que tienes cuando nadas en el mar y no eres muy experimentado; se llena de niebla y te desorientas. Esa desorientación, ese no saber, esa orientación temporal, porque no hay un final en el vídeo, solo hay un paso del vídeo. Hay otros vídeos preseleccionado que buscaban e esa mirada más pausada, más contemplativa, que te da el hecho de estar confinado.

¿Cómo dialoga esa imagen por el tema compuesto por Brian Eno?

Podías enviar el vídeo mudo o seleccionar una canción. Escogí este tema porque me parecía que rítmicamente tenía que ver con el ritmo de las olas, es repetitivo, pero no machacón. En el vídeo hay unos momentos en los que hay una subida y una bajada más amplia, todo se repite, pero no es igual. Todo este disco de Brian y Roger Eno es muy introspectivo, encaja bien.

No es la primera vez que trabaja en el mundo del videoclip: trabajó con Fangoria o Prozack. Este proyecto se sale de lo habitual.

Sí, es totalmente diferente, no tiene nada que ver con un encargo de videoclip. Esto fue súper abierto, además tenía un contexto súper claro, que era lo que te permitía hacer la situación de confinamiento. He trabajado mucho con videoclips y haciendo piezas de videoarte, y creo que esto está más bien del lado del arte. La música de Brian Eno, sobre todo las últimas décadas está más cerca de lo que se ve como arte que del entretenimiento.

¿Tiene pensado, tras la experiencia, continuar con proyectos de esta línea?

Sí, además, con cosas que tienen que ver con el confinamiento. Empecé a hacer un montón de timelapse de lo que veía desde mi casa. El día 19 hay una exposición en A Coruña sobre temas hechos durante el confinamiento. Se presenta una pieza que he hecho a partir de 134439 fotos. Ese es el título de la pieza. Sigo en esa línea. Va a haber piezas nuevas, la siguiente que estreno es otra cosa que tiene que ver también con el confinamiento.

Explotó ese momento de creatividad, o de ausencia de ella, como fue la cuarentena.

Sí, durante el confinamiento, al haber mucho tiempo, mucha gente empezó a hacer cosas, algunas quedaron en el tintero, otras fueron adelante. Lo de las fotos me parece interesante: durante el día buscaba un encuadre que me parecía interesante desde mi ventana, y por la noche recogía el resultado de todo el día. Empecé a descubrir cosas en las que no había reparado jamás. Visualmente salió una cosa interesante. El confinamiento nos ha obligado a mirar por la ventana de otra manera.