La modificación del plan general de la ciudad entre la playa de Oza y el puente de A Pasaxe variará la ordenación urbanística de toda la ribera de la ría de O Burgo con el fin de reducir la edificabilidad que ahora le concede la normativa vigente, lo que afectará también al solar que albergó en su día las instalaciones de Astilleros Valiña, en el que el concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, admitió ayer la posibilidad de que puede suprimirse el proyecto inmobiliario que existe para ese lugar desde 2005 y que suscita oposición vecinal en el barrio.
Villoslada detalló además que esa iniciativa "puede readaptarse, reacondicionarse o recalificarse", ya que su departamento está "escribiendo una hoja en blanco para hacer una nueva ordenación urbanística" de todo el borde litoral de la ría. El concejal negó además la posibilidad de que el actual propietario del terreno, la inmobiliaria Altamira, pueda reclamar una indemnización en caso de que el proyecto se anule, ya que destacó que cuando en 2008 se modificó el plan general de 1998 para incluir este polígono, se abrió un plazo de un año para ponerlo en marcha. Al haber transcurrido ya doce años desde entonces, Villoslada entiende que "no se han consolidado derechos urbanísticos".
El solar de Astilleros Valiña, que se encuentra al pie de un acantilado y en un extremo de la playa de Oza, es uno de los polígonos urbanísticos en los que el Gobierno local tiene intención de suspender la concesión de licencias durante un año mientras se tramita la modificación del plan general. Esta iniciativa será abordada en la comisión de Urbanismo del próximo martes y en el pleno municipal del 5 de noviembre, en el que el Ejecutivo local precisará de mayoría absoluta para su aprobación.
"Queremos hacer una revisión a fondo de las determinaciones urbanísticas de todo ese borde," manifestó Villoslada sobre la modificación del plan general, en el que avanzó que las previsiones que contiene la normativa vigente "puede ser que no coincidan con las queremos diseñar en el futuro". El objetivo del Gobierno local es que en todo el borde costero haya una menor edificabilidad de la que ahora autoriza el plan urbanístico de 2013, pero Villoslada aclaró que no se excluye "de una manera taxativa la posibilidad de algún suelo residencial".
En caso de que finalmente la nueva ordenación incluya algún polígono de ese tipo, deberá adaptarse a la "nueva perspectiva ambiental" que el Gobierno municipal quiere dar al borde la ría. El concejal de Urbanismo señaló además que es muy pronto para determinar un objetivo de reducción de la edificabilidad en este sector, en el que buscará una "mejor dosificación de la capacidad residencial".
La suspensión afectará a todos los terrenos que como este están calificados como suelo urbano no consolidado, que también posee el relleno de A Pasaxe, donde permanecen algunas naves industriales y el asentamiento chabolista en cuya erradicación trabaja el Concello desde hace años. El concejal de Urbanismo explicó sobre este lugar que se trabaja con la Demarcación de Costas para realojar a los habitantes del poblado y para liberar el espacio de esta explanada, en la que el deslinde del dominio público marítimo-terrestre liberó una gran cantidad de suelo que será recuperado por la administración estatal.
La revisión del planeamiento urbanístico abarca una longitud de dos kilómetros en la ribera coruñesa de la ría de O Burgo y a una superficie de 384.909 metros cuadrados. De esos terrenos, 254.000 están calificados como suelo urbano no consolidado y 130.000 como urbano consolidado. El núcleo tradicional de As Xubias de Abaixo quedará excluido de la suspensión de licencias, excepto de las de demolición, con el fin de que puedan rehabilitarse las viviendas de ese lugar. También podrán solicitar permisos urbanísticos los centros escolares y asistenciales situados en la zona, como el María Mariño, Santiago Apóstol, Materno Infantil y Santa María del Mar.
Villoslada detalló además que la revisión urbanística que se intenta poner en marcha no alterará la protección patrimonial con que cuentan los pazos de As Xubias y A Pasaxe, situados en este entorno.
Una de las actuaciones que el Concello pretende desarrollar en el borde de la ría en colaboración con la Demarcación de Costas es el trazado de un paseo marítimo que una la playa de Oza con el vial existente a lo largo del estuario en el municipio de Culleredo. Pero el concejal de Urbanismo advirtió de que será "más blando y verde" que el que recorre ahora el litoral exterior de la ciudad, ya que se busca que tenga "el menor grado de intervención en el territorio". "No se trata de mimetizar ese modelo de paseo", dijo en referencia al que empezó a construirse en Riazor y el Orzán, lo que lleva a pensar que seguirá el modelo aplicado entre O Portiño y Bens, donde consiste en una simple senda peatonal que apenas modifica el terreno.
Sobre la línea férrea que recorre toda esta franja costera, el Concello se pronuncia a favor de mantenerla por la posibilidad de que pueda ser utilizada en el futuro para la implantación de un servicio ferroviario de proximidad en el área metropolitana, por lo que Villoslada defendió ayer que las vías sean compatibles con la nueva ordenación urbanística.
El concejal justificó la modificación urbanística en el borde de la ría porque tiene el mismo tratamiento que en el plan general de 1998 y porque esta zona del municipio ha sido considerada "la parte trasera de la fachada marítima". "Es el momento de reformular las determinaciones del plan general", declaró Villoslada sobre la iniciativa para esta zona, ya que estima que las "dinámicas sociales y ambientales cambiaron bastante".
Sobre esta cuestión recordó los cambios introducidos en la Ley de Costas y en la estrategia ambiental nacional, así como la necesidad de tener en cuenta las Directrices de Ordenación do Territorio de Galicia y el Plan de Ordenación do Litoral, que incrementan la protección de la costa con relación a la normativa urbanística coruñesa aprobada a finales del siglo pasado.
